www.albaceteabierto.es

Empleados públicos

Por José Miguel González Moraga
jueves 12 de mayo de 2016, 15:42h
José Miguel González Moraga
José Miguel González Moraga

Hola Miguel.

Cuando el PP asume la ruinosa herencia de los socialistas, no se calienta la cabeza y recurre a lo sencillo, recuperar las cuentas públicas principalmente a base de esquilmar el bolsillo de los que, por tener nómina, son fáciles de controlar.

Y lo primero es apretar el cinturón a los empleados públicos.

Les reduce el salario; les roba una paga extra; les quita días de moscosos y canosos; paraliza ofertas de empleo; etc, etc.

Esto ayuda a recuperar la economía, pero también a un desgaste y deterioro de sus expectativas de voto.

A nadie le gusta pagar los trastos rotos de otros, y menos cuando los verdaderos culpables se van de rositas.

En Castilla La Mancha, Cospedal, no podía hacer otra cosa y aplicó dichas medidas a rajatabla.

Un inciso.

Los empleados públicos regionales, con el mismo trabajo y categoría,  siempre han cobrado más, bastante más, que los empleados públicos del Estado.

Dicho esto, a finales del pasado año, con la mejora de la situación económica, alguna sentencia y sobre todo la convocatoria de elecciones, el gobierno del PP empieza a devolver todo lo anterior.

Menos en nuestra Comunidad, donde García Page, olvidando sus promesas electorales, ni recupera aún la bajada de salarios, ni devuelve parte de la extra robada, ni permite que los empleados públicos regionales vuelvan a disfrutar de los moscosos y canosos escamoteados.

A pesar de ello, los sindicatos subvencionados le jalean, o callan, luego otorgan.

Pero como de tonto no tiene un pelo, idea una zancadilla contra el PP.

Aprobar la reducción de jornada de 37,5 horas a 35 horas semanales.

A sabiendas de que esa competencia es del Estado, lo que obligará necesariamente a éste a recurrir dicha norma.

Conclusión, García Page es justo y generoso con los empleados públicos, pero el PP sigue en contra de los derechos de éstos y lo impide.

De devolver los derechos escamoteados a los empleados públicos, dentro de sus competencias, nada de nada, pero sí le pone el caramelo en la boca a éstos, cuando el caramelo no es suyo.

La duda es cuantos empleados públicos se chupan el dedo y le creen.

Los sindicatos subvencionados ya lo hacen.

Hasta la próxima.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios