las hierbas han crecido a su antojo sin que nadie las quite y cada vez hay más problemas con las excrementos de los perros.
En los ayuntamientos pequeños suele ser habitual que no haya limpieza viaria, en este caso estamos en un ayuntamiento de un número de habitantes ya considerable pero no hay tampoco limpieza viaria. Los excrementos de los perros están en las calles hasta que algún vecino los quita y las hierbas que han salido en las aceras y calzada se eliminan por los propios vecinos, el problema es que hay muchas casas deshabitadas y por tanto frente a ellas nadie quita las hierbas.
Otros años este problema, como el de la limpieza viaria, se ha solucionado con la contratación de alguna persona en época de primavera y verano, de forma puntual; incluso con personal del plan de empleo. En este caso el Ayuntamiento del PP (apoyado por Ganemos) ha debido decidir que no hay problema y no se hace caso de esa limpieza.
La desidia ha tomado Munera y la imagen para las personas que visitan la localidad, que suele tener flujo de visitas turísticas al estar en la Ruta del Quijote, se encuentran con un pueblo en el que se nota la dejadez. Están más o menos cuidadas las calles del centro, sobre todo porque la mayoría de las casas están habitadas, pero en algunas zonas hay una dejadez absoluta. Eso sí, las casas, pese a no estar habitadas y a que nadie les quite de sus puertas hierbas o excrementos, pagan sus impuestos. Ahora que estamos en época de pagar los impuestos municipales no estaría demás que el Ayuntamiento de Munera tuviera en cuenta que cuando cobra sus impuestos lo hace porque se supone que da un servicio, no es una obra de caridad de los vecinos.
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