de cárcel por supuesto abuso sexual continuado, entre otros delitos, a dos hermanos menores de edad, un niño que entonces tenía ocho años y una niña de seis.
Según consta en el escrito de acusación, los hechos fueron denunciados por los padres de los niños en marzo de 2016, aunque ocurrieron a partir del verano de 2015.
En el mismo escrito, el fiscal mantiene que los padres de los niños conocieron al acusado en el año 2012, porque "vivía muy cerca de ellos, en su misma calle", y poco a poco "surgió una relación de confianza que se transmutó en amistad".
Un tío de los niños que no tenía trabajo y era conocido del acusado cuidaba de los menores -los dos mencionados y un tercero nacido en 2012- hasta que a partir de octubre de 2014 el acusado "empezó a tener interés en pasar tiempo" con el tío de los niños y con los niños, y "empezó a ganarse la confianza de la familia haciendo regalos a los niños o grabándoles películas".
Así, considera la acusación, el procesado fue conquistando "la afectividad de los niños" intentando enfrentar a los padres con el tío de los menores para "organizar y protagonizar la atención de los niños".
Los padres percibieron "un extraño cambio" en el comportamiento de uno de sus hijos, el de 10 años, que les llevó a hablar con el orientador del colegio el 4 de marzo de 2016 y al día siguiente con la niña de 8 años, para acudir al día siguiente a denunciar los hechos en comisaría.
La Fiscalía sostiene que el acusado, "a partir del verano de 2015", realizó "diversas conductas carnales" con los dos niños mayores, que consistían en "tocamientos, frotaduras, masturbaciones o besos en los órganos genitales" y otras zonas erógenas.
La acusación califica los hechos denunciados de un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años, un delito simple de abuso sexual a menor, un delito simple de explotación sexual de menores por posesión de pornografía infantil, dos delitos continuados de explotación sexual de menores y un delito continuado de exhibicionismo sexual.
La condena que se propone en caso de que los hechos sean probados suma 30 años y medio de cárcel para el acusado, más varias condenas de libertad vigilada una vez cumpla la plena privativa de libertad y la indemnización de 9.000 y 6.000 euros para los dos menores, por los daños provocados.
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