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Arte Sacro, las diferentes clases de elementos sagrados en la cristiandad

Arte Sacro, las diferentes clases de elementos sagrados en la cristiandad

miércoles 08 de agosto de 2018, 12:40h

Aunque el arte sacro y el arte religioso sean muy difíciles de diferenciar por los no iniciados, debemos hacer algún tipo de distinción, pues no son exactamente lo mismo. La principal diferencia radica en que las obras realizadas bajo el epígrafe de arte religioso están subordinadas a la fe, al amor debido y sentido hacia Dios.

El Arte Sacro

Sin embargo, el conocido como arte sacro es el religioso, pero que además tiene el valor añadido de estar destinado a un uso litúrgico, es decir, que es útil como instrumento o herramienta para cumplir con el culto divino.

Con esta simple diferencia ya podemos discernir qué obras, pese a poseer una profunda inspiración religiosa, no están destinadas al culto y, por tanto, no pueden pertenecer al denominado arte sacro.

Si eres un enamorado de este arte, o un devoto cristiano y te gustaría poseer alguna réplica del arte sacro tradicional o cualquiera de los muchos objetos que conforman los artículos sagrados de la cristiandad, en la tienda web Holyart vas a encontrar la más amplia gama y variedad, desde iconos hasta imaginería, desde colgantes y escapularios hasta crucifijos, estampas, manuscritos libros y dvd,s religiosos, entre otros muchos productos de nuestra sagrada religión.

El conjunto de imágenes, objetos sagrados, composiciones de toda índole, en el caso del arte religioso no se deja exclusivamente al libre albedrío de los artistas, sino que tienen como principio fundamental revelar los pilares básicos que la Iglesia y la tradición cristiana expresan en su esencia.

Así que podemos llegar a entender que, en este arte, aunque la obra manual pertenezca al pintor, al orfebre, al imaginero o al escultor, el orden y la composición de la misma pertenecen a los padres de la Iglesia, así como la espiritualidad que el contenido transmite, la rectitud de los símbolos expresados y el estilo que debe ser claro y equilibrado, es decir, en armonía con la tradición, con lo que se garantiza su entendimiento al tiempo que su universalidad.

Las representaciones más habituales son aquellas que revisan la crucifixión de Jesús, su bautismo, el juicio, su muerte y resurrección, así como a María Santísima y diferentes imágenes de la Biblia.

El Arte Cristiano

El Arte Cristiano es, como su propio nombre indica, el arte religioso del cristianismo, e incluye aquellas obras de arte que vienen inspiradas por sentimientos religiosos cristianos, pero también y muy especialmente aquellas que son creadas para ilustrar y representar de una forma, más o menos entendible y tangible, el mensaje cristiano, sobre todo con una determinación clara para influenciar en las mentes de quienes los observan.

Debemos entender el arte cristiano dentro de un marco histórico concreto, pues fue la religión dominante en la mayor parte de la civilización occidental desde el siglo IV hasta hoy, y hasta épocas recientes, la cultura, la educación, la forma de entender el mundo venían definidas en gran medida por este arte y su doctrina.

Como ya hemos comentado, el arte sacro para los creyentes tiene un fin esencial dentro del culto. Esto incluye desde edificios (iglesias y catedrales), hasta imágenes (íconos) y todo tipo de objetos litúrgicos, dejando de ser en este sentido meras obras de arte. Y es que cada pieza de arte cristiano, sin importar el personaje, el evento, o pasaje que represente, suele contener símbolos identificativos de la rama del cristianismo que lo produjo y también del momento histórico en que se concibió.

A pesar de que existen muchos referentes comunes y conceptuales, textuales e icónicos, ninguno de ellos puede considerarse como un ente completo en sí mismo, ninguno abarca una identidad total, ni existe una lectura o interpretación común.

Sin embargo, la iconografía y el arte religioso cristiano, en general, encuentra su centro y equilibrio en los mecanismos identificativos internos, es decir, en los rasgos faciales de los apóstoles, si estos tenían barba o eran calvos, en los colores de las representaciones, si el color de la túnica de Cristo es rojo o el manto de la Virgen es azul, los tonos de fondo o los colores utilizados en la propia liturgia.

Así mismo, cada objeto, cada sutil gesto de la mano, qué hacen o qué dicen, si señalan o rechazan, cada objeto o el entorno en sí, está premeditadamente fijado y colocado, un concepto este que se ha mantenido firme y constante durante toda la historia del arte en el cristianismo.

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