En la primera sesión Manuel García Fernández, farmacéutico experto en Dermofarmacia habló de la elaboración de cosméticos en las farmacias comunitarias y su legislación; los activos cosméticos más importantes y la cosmética natural; en la segunda sesión Virginia Ortega Lorenzo, vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga centró su charla en el abordaje del acné, las manchas solares y la celulitis; en la tercera sesión el dermatólogo albaceteño del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, Manuel Azaña centró su intervención en las urticarias, pruritos y patologías capilares; en la cuarta sesión la dermatóloga del CHUA Gema Ochando, habló de cicatrices, piel irritada y piel sensible y rosácea. La última sesión de este curso contó con la presencia de la farmacéutica Gema Herrerías, vocal de Dermofarmacia del COF de Andalucía y del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, que centró su intervención en hablar de características diferenciales de patologías dermatológicas y su abordaje en las farmacias.
Las consultas sobre piel son las que hoy en día mayor incidencia tienen en el trabajo diario de las farmacias, ya sea por patologías dermatológicas o por tema de belleza y mejor aprovechamiento de los activos cosméticos, según comentó el vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Albacete, que coincidió con la última ponente, también farmacéutica y experta en Dermofarmacia del COF de Sevilla y del Consejo Andaluz, Gema Herrerías, en que “el farmacéutico juega un rol fundamental de acompañamiento del paciente con enfermedades dermatológicas, previamente diagnosticadas por el médico”.
Por ello, esta formación impartida en el COF ha sido especialmente útil para que los participantes hayan aclarado dudas sobre la identificación de las distintas manifestaciones de estas patologías, así como a seguir un protocolo de actuación farmacéutica consensuado en cada caso.
Herrerías recordó tal y como expuso en la última sesión de este curso, cómo deben intervenir los farmacéuticos para garantizar el éxito del tratamiento de la piel, siendo necesaria, como cualquier otra medicación, la adherencia al tratamiento y la personalización a cada caso, para una buena tolerancia.
Asimismo, Gema Herrerías destacó el creciente interés de la población por la dermofarmacia, debido a la confianza que el consumidor deposita en su farmacéutico, y a una mayor especialización de estos profesionales. La cosmética que se adquiere en la farmacia representa, a su juicio un consejo farmacéutico experto, valorando además factores que puedan afectar al estado de la piel, como son la medicación empleada o la necesidad de derivación al médico especialista. El punto fuerte de la farmacia es el abordaje de la piel sensible y la dermatología cosmética, con productos eficaces y con aval científico. Y además encuentran un equilibrio entre la eficacia, la cosmeticidad y el precio adecuado.
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