Según el escrito de la Fiscalía, los hechos se prolongaron desde el verano de 2016 hasta el mes de septiembre de 2017 en el municipio de Porzuna (Ciudad Real), cuando el acusado, actuando con la "pretensión de satisfacer sus deseos libidinosos", mantuvo un acercamiento con el menor.
Durante ese tiempo, la fiscalía mantiene que P.R.L. realizó tocamientos al menor en la calle, en la piscina y en su domicilio, además de en otros lugares del municipio.
Por otro lado, la Fiscalía también pide penas menores de multa para el acusado por dos delitos leves de amenazas a otros menores del mismo municipio, llegando incluso a mostrarles una navaja para intimidarlos.
El fiscal también pide para el acusado, además de estas penas, medidas preventivas como la prohibición de aproximarse a los menores, tanto a su domicilio como a cualquier otro lugar en el que se encuentren, y de comunicarse con ellos por cualquier medio directo o indirecto por tiempo de 6 años, en el caso de los abusos y a seis meses, en el caso de los menores amenazados.