www.albaceteabierto.es

Reflexión sobre los perros en la Vía Verde

Por Julián García Martínez
viernes 01 de agosto de 2014, 17:02h
Julián García Martínez
Julián García Martínez

De un tiempo a esta parte suelo pasear aproximadamente dos días a la  semana por La Vía Verde del Camino Natural del Canal de María Cristina. Ante todo, tengo que decir que me considero un auténtico defensor de los animales. No me gustan para nada los toros, pero respeto la fiesta taurina, no me gusta la caza, pero respeto a quien la practica y también soy capaz de dar un volantazo en carretera con tal de no pillar a una liebre.

Sin embargo, un hecho marcó mi comportamiento futuro con algunos animales. Cuando tenía catorce años me atacó un perro. Solo fueron un par de bocados, pero suficientes para que desde entonces, como es obvio, le guarde cierto respeto a este animal. Por ello, a mí también me gustaría que quien va paseando con un perro respete a quienes no queramos verles sueltos. Digo esto porque es una lástima que con lo bueno y necesario que es para la ciudad el que haya rutas verdes para caminar, a veces tengamos que pasarlas moradas y tomar disgustos por enfrentamientos con los dueños de perros peligrosos, que con un metro de altura van sueltos, mientras sus amos caminan a cinco metros tan tranquilos, pensando y convencidos de que no va a pasar nada. Y no les digas nada porque encima se te ponen gallitos. Y también es una lástima que veas a mucha gente tener que caminar con un palo para poder defenderte de algún posible ataque de perro, con la incomodidad que supone andar una o dos horas de este modo.

Repito que no estoy para nada en contra de salir a pasear con perros u otros animales, pero rogaría que siempre lo hagan atados y guiados para evitar cualquier incidente. Y todos sabemos  a qué tipo de perros me refiero, porque hay muchas mascotas que no suponen ningún peligro.

En los últimos meses se han dado casos, que no han trascendido a la prensa, de ataques y mordiscos de perros por las vías verdes. Imagino que son casos aislados, y en algunas ocasiones inevitables porque se producen con perros sueltos y abandonados, o bien se han escapado de las parcelas, pero es indudable que cuantos menos sean mejor.

Por último, indicar me gustaría que también hubiera un poco más de atención e implicación policial, que la hay, en la recogida de animales abandonados o descontrolados, pero sobre todo más concienciación de las personas y los dueños de los perros sobre este tema.

JULIAN GARCIA MARTINEZ

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios