A priori, el reparto de una herencia puede parecer un trámite rápido y sencillo de llevar a cabo por parte de los familiares del fallecido, sin embargo si no se toman las decisiones adecuadas en el momento oportuno es probable que la herencia pase a convertirse en un auténtico quebradero de cabeza; burocrático y económico.
Un hecho que se está dando de forma cada vez más constante en algunas regiones españolas como Andalucía o Asturias, que en el año 2015 lideraron el ranking de rechazos de herencias en nuestro país (se superaron las 37.000 herencias rechazadas). Porque muchos familiares no son capaces de ponerse de acuerdo a la hora realizar los trámites pertinentes, y mucho menos aún a la hora de pagar los impuestos correspondientes para recibir el total de la herencia.
Y lo peor de todo, en muchos casos la herencia no tiene por qué estar relacionada con cantidades de dinero, inmuebles o productos de gran valor, ya que en los últimos años ha crecido el número de herencias en forma de deuda.
Para no tener problemas en este sentido, y poder resolver todos los trámites sin necesidad de llegar a discusiones y enfados con familiares o amigos, lo más recomendable es contratar a expertos en reparto de testamentos. En Internet hay disponibles una gran cantidad de directorios y páginas web de abogados, que ofrecen múltiples servicios relacionados con la resolución de herencias.
Lean son los abogados especialistas en herencias más conocidos en este momento, ya que desde hace años cuentan con un sitio web accesible y claro que permite solucionar cualquier asunto relacionado con la impugnación de testamento o con algún procedimiento de división judicial de herencia.
Errores de reparto de herencias más frecuentes en España
Como ya se ha comentado anteriormente, el reparto de una herencia puede convertirse en un problema muy serio si no se adoptan las decisiones pertinentes a través de un experto en la materia. Porque el reparto de una herencia implica la realización de varios trámites burocráticos (que pueden llegar a desesperar a cualquiera), y el pago de una serie de impuestos relacionados con la obtención de la misma.
Para no cometer errores graves al aceptar la herencia, es muy importante comprobar si está viene en forma de deudas o bienes, porque en algunos casos los herederos pueden verse en un serio problema de patrimonio. Este problema se puede solucionar a través de un testamento a beneficio de inventario, que permite que las deudas queden a cargo del patrimonio del fallecido, sin que esto conlleve compromiso alguno para los herederos.
Por ello, la realización de un testamento resulta fundamental para cumplir con la ley y asegurar una herencia ‘legítima’ para los familiares y amigos que aparezcan en el texto. Un proceso que cualquier persona puede llevar a cabo acudiendo a un notario, y redactando un escrito formal que evite problemas mayores en el futuro.
Otro error bastante frecuente está relacionado con el desconocimiento o falta de información de los usuarios sobre el impuesto de sucesiones, que dependiendo de la comunidad autónoma se establece en un tipo u otro. El pago de este impuesto es obligatorio en toda España, y la única diferencia radica en que en algunas como La Rioja o el País Vasco se exime de pagarlo casi al 100%, y en otras como Andalucía o Asturias se paga un precio bastante más alto.
Pero sin duda, el problema que con mayor frecuencia se repite en nuestro país es el que tiene que ver con la falta de dinero a la hora de recibir la herencia. Porque antes de recibir la herencia es necesario pagar por ella, y en muchos casos los herederos no cuentan con el dinero suficiente como para poder pagar el impuesto correspondiente.
Por ello, los expertos en herencias recomiendan guardar algo de dinero en efectivo en vida a las personas, para evitar que sus herederos tengan que pagar de su bolsillo las cantidades establecidas por la ley. El dinero se puede guardar en efectivo, aunque siempre es más seguro contratar algún tipo de seguro de vida que vaya aumentando todos los años, y que acumule la cantidad de dinero suficiente como para cubrir los gastos.
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