En una nota de prensa, ha detallado que estos 22.000 elementos forman parte de las 500.000 mascarillas con las que ha dotado el Ministerio de Sanidad al movimiento Cermi en el conjunto del Estado.
El departamento ministerial ha distribuido esta semana las mascarillas a través de las subdelegaciones del Gobierno en cada provincia, atendiendo al número total de población, para dotarlas de este material de protección contra el contagio de forma coordinada con todo el movimiento asociativo de la discapacidad y sus delegaciones autonómicas, ha añadido el Cermi.
Asimismo, ha considerado que "toda actuación pública en la desescalada ha de tener en cuenta a las personas con discapacidad, pues somos tradicionalmente un grupo social excluido y, más, en estos momentos que estamos en situación de máxima vulnerabilidad" y ha subrayado que "es ahora cuando se magnifica y se amplía lo que vivimos diariamente".
Por otra parte, ha abogado por que la Administración autonómica garantice y refuerce la protección y seguridad de las personas con discapacidad durante la fase de desescalada del estado de alarma decretado para frenar la expansión de la COVID-19, con medidas que favorezcan su atención y estado de salud, en concreto con dotación de equipos de protección indivudual (EPI)
Estas medidas deben de llegar tanto a los usuarios de los diferentes servicios y centros residenciales como a trabajadores y voluntarios, ha señalado Cermi.
Y ha añadido que estos recursos también deben ser desinfectados y contar con todo el material necesario, por lo que destaca la importancia de reforzar la interlocución con el Gobierno de Castilla-La Mancha, porque según ha advertido: "Si estas medidas no pueden ser garantizadas, la actividad no puede ser retomada, ya que el riesgo de contraer la enfermedad y de contagio sería extremo".
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