La Guardia Civil encontró hace unos años en la casa de Rufino González, apodado 'Conejo', balas del calibre 45 como la utilizada para asesinar al cazador de Belvís de la Jara, Antonio Fernández, cuando se estaba investigando otro suceso.
Así lo ha indicado uno de los agentes que ha declarado hoy en la sesión vespertina del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial de Toledo contra Rufino González y contra su primo Flores Alba, como presuntos autores del asesinato el 30 de septiembre de 2013 de Antonio Fernández, cuyo cadáver se encontró el 14 de febrero de 2014 en la finca 'Los Baños' de Aldeanueva de Barbarroya.
El agente ha relatado que se hallaron balas del calibre 45 en el lugar donde vivía Rufino González, cuando se estaba investigando su participación en un intento de volar un club de alterne con explosivos ocurrido en 2008.
Es el mismo calibre de la bala que le dispararon a Antonio Fernández en la cabeza cuando fue asesinado.
También son de este calibre los cartuchos que estaban en el cargador del arma con la que fue disparada, que estaba escondida en una bolsa de plástico enterrada en la tierra en una caseta semiderruida situada junto a la casa de Rufino González de Talavera de la Reina, según ha apuntado este agente, que participó en la recuperación de las armas y la munición.
En aquel caso no estuvo implicado Flores Alba, ha precisado el guardia civil a preguntas de la defensa de este procesado, aunque si ha dicho que participó en la detención de los dos encausados por un hecho delictivo que cometieron en 2014 o 2015, por robar gasóleo en una gravera.
A su vez, un guardia civil destinado en Belvís de la Jara desde el año 1995 ha explicado que vio a los dos procesados el 30 de octubre de 2013, cuando llegaron a una zona situada junto a la entrada de la finca 'Los Baños' en la que estaba haciendo guardia, cuando Antonio González llevaba ya un mes desaparecido.
Los acusados llegaron en un coche junto a Gabriela H., la compañera sentimental de Rufino González, la madre de ésta y cuatro perros y tras bajar una mesa y una silla estuvieron comiendo, lo que el agente puso en conocimiento de sus superiores, que le dijeron que no podían estar en ese lugar porque la zona se estaba peinando.
El guardia civil fue a comunicarles que no podían estar en esa zona, que está situada a unos 100 metros en línea recta del lugar en el que estaba enterrado el cazador asesinado, según se supo posteriormente.
En este sentido, y a preguntas de la acusación particular, el agente ha señalado que después se dio cuenta que cuando hablaba con Rufino González éste miró varias veces hacia el lugar donde apareció enterrado el cuerpo del cazador, mientras decía al otro procesado, Flores Alba, "el cabrón de Antonio estará follando tres negras mientras nosotros no podemos entrar en la finca".
En la vista ha declarado también el guardia civil que dirigió el operativo de búsqueda de Antonio Fernández, que ha apuntado que requirió un gran esfuerzo ya que fue preciso movilizar a muchas patrullas de seguridad ciudadana, además de contar con la participación de numerosos voluntarios y especialistas como los bomberos de Madrid y de Guadalajara.
El dispositivo se mantuvo hasta el 24 de octubre de 2013, cuando comenzaron a plantearse otras operaciones porque se consideró que una persona no podía estar desaparecida tanto tiempo sin dejar ningún vestigio, ha explicado el agente.
Tras finalizar la parte testifical, el juicio se reanudará mañana a las 9:30 horas, con la declaración de los peritos.