Provincia

El Hospital de Villarrobledo logra reducir el nivel de ruido en sus dependencias

Lunes 25 de julio de 2016

El Hospital General de Villarrobledo (Albacete) ha reducido al mínimo el nivel de ruido emitido en sus dependencias, a través de la aplicación de



 medidas de control, a los avances técnicos y a una apuesta por crear espacios silenciosos.

Esta reducción ha sido posible gracias a un proyecto liderado por los profesionales del centro hospitalario, que ha logrado eliminar, en muchos casos, y reducir, en otros, todos aquellos sonidos que podrían perturbar la paz y el descanso de los pacientes, según ha informado hoy en una nota de prensa la Junta de Comunidades.

El plan ha contemplado la puesta en marcha de diversas medidas y la aplicación de normas básicas "que han dado resultados inmediatos", ha añadido.

Entre ellas figuran guardar el orden en los cambios de turno, evitar las conversaciones en los pasillos o reducir el tono de voz, instalar nuevas ruedas en los carros utilizados para transportar ropa, medicamentos o comida, poner burletes en las puertas, utilizar un calzado adecuado o hablar con discreción por el teléfono móvil.

En este sentido, Javier Rosado, un técnico de prevención de riesgos laborales ha asegurado que el Hospital de Villarrobledo "intenta siempre ser un referente en aquellas iniciativas que persigan mejorar el confort tanto de los pacientes como del personal sanitario", ha informado en una nota la Junta de Comunidades.

Para comprobar que los decibelios no superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se utilizan sonómetros estratégicamente colocados en las diferentes áreas del centro hospitalario.

Estos instrumentos de medición, que deben ajustarse a las prescripciones establecidas por la norma CEI.651, han registrado que el Hospital de Villarrobledo mantiene unos niveles sonoros ajustados al índice de evaluación 'Noise Rating' (NR). Es decir, menos de 45 decibelios para las estancias, 30 para dormitorios y 50 para las zonas comunes.

Según el informe 'Annals of Internal Medicine', dirigido por el neurocientífico del Hospital de Brigham Orfeu Buxton, los niveles de ruido de los hospitales superan los 80 decibelios, que es el sonido que emite una lavadora.

Los daños del ruido Científicos y expertos de organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) coinciden en denunciar que el ruido tiene efectos muy perjudiciales para la salud.

Estos perjuicios van desde los trastornos puramente fisiológicos (aumento de la presión arterial, problemas neuromusculares, disminución del peristalismo digestivo ocasionando gastritis, disminución de la visión nocturna, fatiga, aceleración de la respiración y del pulso) hasta psicológicos (agresividad, cansancio, depresión y falta de concentración).

La psicóloga Mercedes Esparcia ha señalado que los pacientes prematuros y ancianos son los más sensibles a este contaminante invisible.

De hecho, los niños sometidos a ruidos constantes y fuertes poseen unos niveles más elevados de tensión arterial que aquellos que no lo están, ha apuntado Esparcia, que ha añadido: "Numerosos estudios concluyen que un ruido constante por encima de los 55 decibelios produce cambios en el sistema hormonal e inmunitario y conlleva cambios vasculares y nerviosos"

Esparcia ha advertido que los sonidos elevados repercuten negativamente en el descanso y pueden producir insomnio, lo que conduce a un estado de cansancio general y a una importante merma en la calidad de vida de todo aquel que lo sufre y podrían interferir negativamente en la recuperación de los pacientes.