Opinion

España: ¿Estado de Derecho? (y X)

Miércoles 24 de mayo de 2017

Y por mucho que el Partido Popular alardee de ser Petronio como el árbitro de la elegancia respecto de la lucha contra la corrupción por ser el Gobierno que apoya dicho Partido el que más disposiciones ha legislado para dicha lucha, según dicen, (que sigo pensando, innecesariamente, pues el delito del robo viene penado desde las más antiguas civilizaciones, o mejor dicho, desde Adán y Eva) y quiera echar lastre con la cantinela de que los casos de corrupción que le asolan, por tierra, mar y aire, son del pasado, vemos que lo del pasado es que desde el minuto uno los prebostes peperos se dedicaron al saqueo, como los piratas del Mar Caribe (y ahí tenemos que las raíces del Caso Lezo empiezan a extenderse a Alberto Ruiz Gallardón, allá por el 2.001 y sin contar con las trapisonderías llevadas a cabo por el otrora Ministro del Milagro Económico Español, el ex–Ministro de Hacienda, Rodrigo de Rato y Figaredo, ¡qué contradicción!, desde cuyo pedestal inmaculado propalaba y despotricaba contra el fraude el fiscal y anatemizaba contra los defraudadores), y sin que esa estratagema de nadar y guardar la ropa parezca haber cambiado de aquellos tiempos a los actuales. Por ello, da vergüenza cuando vemos a un gerifalte del Partido Popular salir a la palestra, con cara de cordero degollado, alentando la teoría de la conspiración o echando balones fuera hacia la prehistoria, como si la lacra de la corrupción no les alcanzara a ellos, teniendo en cuenta que, visto lo visto y lo que está por ver, esa lacra corrupta parece dejar huella  indeleble en sus miembros, a la manera como el bautismo la deja en los bautizados.

Y, en fin, yo me pregunto también, si no entra dentro de la corrupción y viola toda norma del Ordenamiento Jurídico, que se pueda echar mano de la Caja Pública de Caudales, para uso personal de un Partido Político concreto, tal como ya ha hecho el Partido Popular, a través del Gobierno de España, presidido por Mariano Rajoy Brey, que ha comprado el voto de los cinco escaños que el PNV detenta en el Congreso de los Diputados, a razón de 500 millones de euros cada uno de ellos, o sea, 4.000 millones de euros del ala en total, sin que sepamos a ciencia cierta qué otras prebendas y privilegios se encierran dentro del pacto Gobierno-PNV, sobre el cual el Portavoz de los Nacionalistas en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, deja una amplia interrogante, al subrayar que “lo que antes era imposible, ahora es posible”, dejando, una vez más, con el culo al aire al partido de Albert Rivera, Ciudadanos, al que le han colado un nuevo gol y que sigue encantado de haberse conocido y más feliz que una perdiz,  sin que parezca enterarse de “ná”, y sobre el que en la Tribuna de opinión del diario El Mundo, el pasado sábado día 13, Enrique Calvet, titulaba su artículo “El escándalo del Cupo vasco”; previéndose otra compra igual respecto del voto del parlamentario de Nueva Canarias en el Congreso, Don Pedro Quevedo, o lo que podríamos denominar, como si de una película se tratara, “el disputado voto del diputado Quevedo”, y todo ello para seguir sentado en la poltrona y tratar de seguir poniendo tierra por medio de cuántos escándalos están, no salpicando, sino pillando de lleno a dicho Partido, pues no hay que obviar que el Gobierno es el que nombra al Fiscal General del Estado, y ya hemos sido testigos de la defenestración de Consuelo Madrigal, por su reticencia a cumplir las órdenes del Sr. Ministro de Justicia, para sentar en tan importante cargo público a un adepto al Gobierno, el Sr. Maza, que por más que publicite su independencia y su sumisión al cumplimiento estricto de la Ley, se le ve entre ceja y ceja la deriva que van tomando sus decisiones, tendentes a entorpecer, impedir e interferir en las decisiones de sus subordinados y en la marcha de las causas judiciales que, poco a poco, van minando la credibilidad de un Partido que empieza a estar contra la espada y la pared. Y ahí tenemos, la reciente “reprobación” llevada a cabo en el Congreso de los Diputados, tanto del Fiscal General del Estado, Sr. Maza, del Fiscal Anticorrupción, Sr. Moix, como del Ministro de Justicia, Sr. Catalá, ¡menuda terna para unos miuras!, con el voto favorable de todo el arco parlamentario, con la excepción de los solos votos del Partido Popular.

Y aquí parece también ser cómplice la Unión Europea, quizás porque el Sr. Rajoy sea el mejor y el más aventajado alumno de la Merkel (que es a la postre quien está gobernando Europa), por lo que parece mirar también para otro lado o más bien cerrar los ojos, si no, no se entienden las declaraciones del actual Presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, en un discurso en el Instituto Europeo de Florencia, de que “Italia debe mirarse en el espejo de España”. ¡Qué Dios le conserve la vista!. Pese a que ya parece estar hinchándose la Unión Europea del grado de corrupción a que se está llegando en España, especialmente ese partido que aún no se atreve a mencionar, o sea, el Partido Popular, como lo demuestra el último informe de la Comisión Europea, en su reunión del día 22 de mayo, en el que censura expresamente a España por la corrupción y al Ejecutivo de Mariano Rajoy de que no disponga de “una estrategia para prevenir y mitigar los riesgos de corrupción”, la cual sobrepasa ya varias líneas rojas con los casos Lezo, Púnica, Gürtel, Taula, Bárcenas, Pujol, ERE, etc, lo que supone una super-excepción para unos países verdaderamente democráticos, en los que cualquier Ministro por afilar un lápiz de su propiedad con un sacapuntas propiedad del Estado, dimite ipso facto sin que nadie le tenga que empujar a ello.

En fin, recapitulando, España: ¿Estado de Derecho? Desde luego, que dados los hechos y datos que observamos en el día a día en nuestro país y ya constatados, sin que quepa prueba en contrario, pero no de ahora, sino desde que empezamos a caminar desde la llamada Transición, aunque quizás ahora, en la actualidad, con agravantes y más severamente, pues ya sabemos que si de una enfermedad grave el paciente no mejora o da señas de curación, la dicha enfermedad se hace crónica y cada vez hará que dicho paciente avance en “empeoría”, quizás, hasta llevarle a la muerte, debemos concluir que España, “Estado de Derecho” ni por asomo, sobremanera al no existir esa independencia, imprescindible e inexcusable, que pregona incluso nuestra Constitución, entre los tres Poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo, y Judicial, por lo que la conclusión definitiva es: España, República bolivariana o bananera, cercana a la Venezuela de Maduro a quien tanto critican nuestros políticos y nuestros medios de comunicación, sin querer mirarse al espejo. Por ello causa risa o grima o dan ganas de llorar, cuando algún plumilla de pro (¿existen?) se queda más ancho que largo, cuando resume su intervención recapitulando: “España, que es una democracia consolidada”. En fin, ser ciegos por naturaleza, o por interés, o adolecer de una mentecatez supina. Juzguen ustedes mismos.

Y mientras tanto, el Sr. Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy Brey, huido y escondido en China (estado totalitario, regido por dictadores) alardeando de la fortaleza económica de España e instando a los chinos a que apliquen las medidas que él ha adoptado para nuestro país, sin advertir el estado de miseria, pobreza, angustia y deterioro del  más del 50% de la población española, a la que ha abocado con sus sucesivos recortes, ajustes y supresión de derechos. Y es que, la ignorancia y la arrogancia son la madre de no pocos males para los ciudadanos. Y por si fuera poco, tomándose a cachondeo la reciente elección de Pedro Sánchez como Secretario General del Partido Socialista Obrero Español, al que dice no haber tenido tiempo  por razones de agenda de felicitarle por su extraordinario, brillante y aplastante triunfo, pero sí, para llamar, a la misma hora, a Florentino Pérez y felicitarle por la consecución del Campeonato de Liga por el Real Madrid, Club de Fútbol. En fin, una muestra más de no saber estar a la altura del cargo que ocupa.

MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ

  24 de mayo de 2017