Sociedad

Consejos para mejorar la salud de tus oídos

Jueves 19 de noviembre de 2020
Desde luego, todo consejo debe pasar por una planificada asistencia al otorrinolaringólogo o audiólogo -en caso de ya tener audífonos o necesitarlos-. Los buenos hábitos y darle la debida importancia a tus oídos harán el resto para garantizar su óptimo desempeño.

La audiología es una de las ramas de la medicina que mayores cambios sufre a corto plazo. Conforme pasan los años, se desarrollan tecnologías más seguras, menos invasivas, con inexistentes efectos secundarios y adaptables hasta el mínimo detalle a cada una de las personas. No es un detalle menor, ya que la pérdida auditiva se está convirtiendo en una de las problemáticas de mayor cuidado y que pudiera estar asociada a un incremento de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia senil o el Alzheimer.

Apoyarse en las nuevas tecnologías

Ya no es necesario asistir al audiólogo de forma presencial. Si quieres una consulta específica o especializada para la adquisición de un audífono para mejorar tu capacidad de escucha, para su adaptación inicial o para resolver cualquier tipo de duda con respecto a la salud de tus oídos, ya no es necesario acudir a la consulta de un audiólogo. Al menos no de forma presencial. Es así como la teleaudiología propone ser uno de los avances más notorios en esta rama médica, permitiendo que cualquier persona pueda atenderse desde la comodidad de su hogar mediante videollamada o videochat, requiriendo para ello únicamente de un móvil o de una tableta con conexión a internet.

Lo anterior se ve potenciado con la realización de audífonos cada vez más modernos, pudiendo ser programados, reparados, calibrados y hasta adaptados inicialmente de forma remota, destacando fabricantes como ReSound o Phonak, pioneros en la creación de software y hardware específico para permitir estas tareas a los audiólogos.

Así, la teleaudiología comprende muchos beneficios para cualquier persona que quiera mejorar su salud auditiva de forma notoria:

Calibración, programación inicial y ajustes finos de forma remota para cualquier audífono compatible.
Consultas especializadas desde la comodidad de su hogar, evitando desplazamientos -algo importante si se trata de pacientes con movilidad reducida-.
Personalización al detalle de cada elemento de la consulta, de la experiencia auditiva, no sólo basados en la capacidad auditiva y su medición, sino también en la cognición de estas medidas, garantizando una experiencia perdurable y de mayor satisfacción en su capacidad auditiva.
La posibilidad de poder comprar audífonos de los principales fabricantes desde canales online -prefiriendo siempre aquellos recomendados por su especialista-, pudiendo realizar todas las operaciones iniciales de calibración a través de la teleaudiología.

Cuidar la salud de tus oídos es esencial

Aunque la teleaudiología supone un avance necesario y transversal para mejorar los beneficios que este tipo de consultas pueden tener en las personas que padecen pérdida auditiva o que, también, quieren prevenir que eso suceda, lo más importante para cuidar la salud de tus oídos es, precisamente, la creación de hábitos saludables en torno a eso.

Crea el hábito de la consulta preventiva: se suele acudir al otorrinolaringólogo cuando ya existe un problema, así como también suele acudir a un audiólogo cuando la sordera está muy avanzada o cuando la experiencia con el audífono ha dejado de ser cómoda. Pero nunca de forma preventiva. Por ende, un cambio significativo que mejora tu salud auditiva a grandes rasgos es, desde luego, acudir a consultas preventivas. Algo en lo que la teleaudiología también puede ayudar.
Hacer un uso correcto de los audífonos: si ya tienes pérdida auditiva o requieres de este complemento para garantizar una escucha efectiva, hacer un uso correcto es determinante. ¿Qué es un uso correcto? Usarlo el tiempo debido -recomendado por el especialista-, de la forma correcta, garantizando que tus oídos y tu cerebro puedan acostumbrarse a ellos y desarrollando mejores capacidades.
Cuida tus oídos de la exposición: los ruidos fuertes son una de las causas de la pérdida de audición y, también, de otros tantos malestares como la migraña o los acúfenos. Por trabajo o por vivir en una zona ruidosa, puedes tener exposición natural a los ruidos. Puedes combatirlo con tapones o con cualquier otro complemento que tu especialista sugiera. La exposición a químicos, a elementos inadecuados para la limpieza de los oídos, también son una de las causas probables de pérdida de audición -relacionados casi siempre con infecciones o traumas-, por lo que debes moderar el uso de productos inadecuados para la limpieza o pedir ayuda sobre este particular a tu especialista de cabecera.