En el contexto de la operación 'Kolone', miembros del Equipo de Policía Judicial de Albacete y del Equipo ROCA han llevado a cabo la detención de cinco individuos e iniciado una investigación sobre dos más. Estos son considerados como presuntos responsables de un total de veintitrés robos con fuerza, que se han perpetrado en el interior de parcelas y casas de campo situadas en los municipios de Albacete y Pozo Cañada, así como otro robo adicional ocurrido dentro de un vehículo en la capital albaceteña.
Los individuos detenidos e investigados, quienes son vecinos de Albacete y tienen edades que oscilan entre los 20 y 38 años, están siendo indagados también por un delito de pertenencia a un grupo criminal especializado en delitos contra el patrimonio. La mayoría de ellos cuenta con antecedentes policiales por delitos similares, e incluso algunos tienen registros por delitos violentos.
La Guardia Civil de Albacete ha comunicado en una nota de prensa que se encontraba investigando una serie de robos con fuerza en el interior de chalets, casas de campo y parcelas. La mayoría de estos delitos se registraron en urbanizaciones del término municipal albaceteño y en la pedanía de Santa Ana. Se sospecha que los responsables son miembros de un grupo criminal, a quienes se les había estado siguiendo la pista durante varios meses.
En un breve lapso y en una zona específica de Albacete, se llevaron a cabo todos estos delitos, los cuales compartían un rasgo común: la clase de los objetos robados. Los delincuentes no solo se apoderaban de joyas y dinero en efectivo, sino que también sustraían dispositivos electrónicos que tienen fácil demanda en el mercado negro, así como utensilios domésticos, menaje del hogar y mobiliario.
GRUPO CRIMINAL JERARQUIZADO
Un grupo criminal jerarquizado se caracteriza por tener una estructura organizada, donde cada miembro ocupa un rol específico que contribuye al funcionamiento del conjunto. Este tipo de organización permite una mayor eficiencia en la ejecución de actividades ilícitas, ya que las tareas se distribuyen entre los integrantes según sus habilidades y responsabilidades.
Los líderes suelen tomar decisiones estratégicas, mientras que los miembros de menor rango ejecutan las órdenes. Esta división del trabajo no solo facilita la operación del grupo, sino que también dificulta su desmantelamiento por parte de las autoridades.
Además, es común que estos grupos mantengan un código de silencio estricto entre sus miembros, lo que refuerza la lealtad y minimiza el riesgo de traiciones. Como resultado, la cohesión interna se fortalece y se vuelve más complicado para las fuerzas del orden infiltrarse o desarticular la organización.
En resumen, un grupo criminal jerarquizado presenta características distintivas que lo diferencian de otras formas de delincuencia organizada, destacándose por su estructura clara y su enfoque en la eficiencia operativa.
Las indagaciones llevadas a cabo por la Benemérita revelaron que este grupo delictivo, con una estructura jerárquica bien definida, se organizaba en diferentes subgrupos. Unos miembros se dedicaban a realizar un reconocimiento previo de la zona y a identificar los objetivos; otros eran responsables de ejecutar los delitos; mientras que un tercer subgrupo tenía la misión de llevar a cabo tareas de vigilancia, ante la posible presencia de las fuerzas policiales, de los residentes o incluso de los propios vecinos.
Durante las investigaciones, se lograron reunir informaciones, pruebas y pesquisas, que, junto con el trabajo policial y la colaboración ciudadana, establecieron un vínculo que facilitó la identificación completa de cinco miembros del grupo criminal. Además, se identificaron a otros dos individuos que tenían roles secundarios o participaciones esporádicas, quienes finalmente fueron arrestados.
FASE DE EXPLOTACIÓN, REGISTRO Y EFECTOS INTERVENIDOS
Como resultado del esfuerzo de investigación policial y tras confirmar el nivel de participación de los arrestados en los delitos investigados, la Guardia Civil ejecutó la fase operativa de la investigación. Se llevaron a cabo múltiples registros en las propiedades de los detenidos, donde se recuperaron numerosos objetos robados que ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios.
La Guardia Civil ha logrado esclarecer un total de 23 delitos relacionados con robos con fuerza, gracias a la detención de los responsables de los ilícitos penales investigados y al desmantelamiento del grupo criminal. De estos delitos, quince se llevaron a cabo en parcelas y casas de campo dentro del término municipal de Albacete, mientras que ocho ocurrieron en el municipio de Pozo Cañada. Además, se registró un robo en el interior de un vehículo en la capital albaceteña.
Las diligencias policiales llevadas a cabo por la Guardia Civil de Albacete, así como las cinco personas que fueron detenidas, han sido presentadas ante el Juzgado de Instrucción Número 1 de Albacete, el cual ha estado a cargo de la investigación desde su comienzo.