Durante este fin de semana, se llevaron a cabo la novena y décima pruebas de la XII Edición de las Rutas de Senderismo 2025, un evento organizado por la Diputación Provincial de Albacete. Esta iniciativa tiene como objetivo promover el patrimonio natural y cultural de la provincia, además de fomentar el turismo y el deporte. En esta ocasión, los municipios seleccionados para visitar fueron Mahora y Madrigueras, ambos situados en la comarca de La Manchuela.
La mañana se presentaba despejada y con un brillante sol, que los acompañaría a lo largo de todo el trayecto. Al llegar a la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, construida en el siglo XVI en Mahora, fueron recibidos por Antonio Martínez Gómez, el alcalde del municipio. Junto a él, Mario Peña actuó como guía durante toda la ruta.
Con algunas lluvias intermitentes, el grupo se encaminaría hacia el río Júcar. Debido a las condiciones meteorológicas, fue necesario modificar ligeramente la ruta planificada. En su primera parada, exploraron las ruinas del Molino de los Nuevos, donde se puede observar un conjunto de molino, caz, viviendas y diversos restos. El contraste entre las tierras áridas y la exuberante vegetación de ribera del río Júcar, así como la umbría del margen opuesto, es notable.
El pasado sábado, en Mahora, se llevó a cabo la prueba conocida como “Cañones del Valdemembra y nacimientos del Charco Azul”. Este evento consistió en un recorrido circular de 12 kilómetros de distancia, que presenta una dificultad media y tiene una duración estimada de cuatro horas y media.
El grupo tomaría un autobús hacia la localidad cercana de Motilleja, donde darían inicio a su ruta a pie. Durante el trayecto, comenzaría a lloviznar. Con sus coloridos impermeables puestos, partirían dejando atrás una mota que se encuentra en el término de Madrigueras. Este lugar es un yacimiento arqueológico datado en la época del bronce e ibero-romano, conocido como la Morrica, y está situado a 674 metros sobre el nivel del mar. En este sitio, es posible observar fragmentos de cerámica tanto ibérica como romana.
Recorrieron un breve trecho por el camino y, posteriormente, tomaron una senda que los llevó a las antiguas cuevas de las Casas del Río. Un poco más arriba, llegaron al mirador del Júcar, donde disfrutaron de impresionantes vistas de este paisaje fluvial. En su regreso, descendieron primero por una pista y luego por otra senda, pasando por la finca Cañada de la Hoz, una explotación ganadera. Allí, también tuvieron la oportunidad de observar una curiosa zona de descanso para pastores, que contaba con varias hamacas completamente artesanales, elaboradas con materiales naturales de la región.
El municipio de Mahora se caracteriza por su amplitud y sorpresa, al igual que los parajes que exploraron. Tras un breve trayecto en autobús de unos pocos kilómetros, llegarían a “El balcón de Dios”, donde disfrutarían de una vista espectacular de la hoz del río Valdemembra. Con el sol brillando y sin viento, iniciarían el descenso por la cuesta de la Balaguilla. Al llegar abajo, girarían a la izquierda para tomar la hermosa “Senda del Corral”, conectando después con el “Barranco sierra de Mahora” hasta alcanzar la parte más elevada de la ruta. En dirección al Corral de Bolinches, descenderían hacia el río Júcar, donde se encontrarían con un vasto campo de almendros en flor, un paisaje encantador que deleitó a los senderistas.
En esta soleada mañana, la marcha continuaría con una visita a las cascadas que conforman la presa de Bolinches. Posteriormente, retrocederían unos metros para seguir explorando el hermoso entorno del río Júcar y el Charco Azul, sin duda, el lugar más encantador de la ruta. Gracias a Mario, el guía, quienes participaron en esta aventura pudieron disfrutar del maravilloso y original nacimiento de agua cristalina de la fuente de la teja, ya que él se encargó de la limpieza y apertura de nuevas sendas. Al cruzar al otro lado del río, tuvieron la oportunidad de observar el famoso Charco Azul, un remanso de agua azulada que cuenta con pasarelas de madera, permitiendo así contemplarlo desde su interior.
Después de una notable ascensión, el grupo se adentró en el barranco del Búho Real, un entorno rodeado de espartos, plantas aromáticas y pinos, donde la presencia de búhos y águilas es común. En esta ocasión, gracias a las recientes lluvias, el barranco presentaba incluso agua. Al concluir su recorrido por este paraje, ascendieron hacia el camino que los conduciría a la parte más elevada de Bolinches. Posteriormente, descendieron nuevamente hacia el río Júcar, llegando al Paraje de la fuente de la Teja, un antiguo lavadero situado justo al lado de la central hidroeléctrica de Bolinches. Allí, aprovecharon la oportunidad para disfrutar de un delicioso almuerzo ofrecido por el Ayuntamiento de Mahora.
El domingo, un grupo diferente de cincuenta participantes se dirigió a Madrigueras para disfrutar de la ruta “Rincones escondidos del Júcar”. Este recorrido circular, que abarca una distancia de 10 kilómetros, presenta una dificultad técnica baja y tiene una duración aproximada de cuatro horas.
Durante su recorrido, los viajeros se encontraron con varias casas que, lamentablemente, estaban en ruinas, así como con áreas de huertas. Finalmente, arribaron a Cuasiermas. Este lugar se sitúa en la confluencia de dos torrentes y manantiales, dentro del término de Madrigueras. A la altura del puente, se pueden observar restos de sillares de época romana que han sido reutilizados en el antiguo molino de Cuasiermas. Mientras caminaban junto al río, entre la maleza, hicieron un descubrimiento: muros del caz y otro molino que fue edificado sobre tres arcos de sillares, los cuales permanecen ocultos entre las zarzas.
En una mañana nublada, diferente a la del día previo, el alcalde de Madrigueras, Juan Carlos Talavera, les daría la bienvenida. Junto a él, Alfredo Alcahut, representante de la asociación Cultural SVCRO de Madrigueras, actuaría como su guía y maestro a lo largo de toda la ruta.
La lluvia comenzaba a intensificarse, lo que llevó a los exploradores a salir nuevamente al camino. Durante su recorrido, visitaron diversas cuevas dedicadas al cultivo del champiñón. A su alrededor, encontraron una gran cantidad de fósiles conocidos como planorbis y lymnaea, lo que indica claramente que esta área estuvo cubierta por el agua en el pasado y formaba vastas lagunas. Además, en esta zona también se pueden hallar cristales de yeso y lignito.
De nuevo en Madrigueras, tuvieron la oportunidad de explorar el Memorial de las Brigadas Internacionales, que se encuentra en esta localidad. Este sitio fue uno de los más significativos durante la presencia de dichas brigadas, que tuvo lugar entre octubre de 1936 y abril de 1938.
Desde este lugar, el camino junto al río les llevó a un hermoso rincón conocido como “El Vallejo”, un valle casi oculto que ha sido esculpido por el agua. Allí tuvieron la oportunidad de disfrutar de acantilados y del lecho seco de antiguas cascadas, rodeados de vegetación esteparia que contrasta con la abundante vida del bosque ribereño. También se encontraron con una sima enigmática, que ha sido recientemente explorada y ofrece indicios de vestigios de la edad del bronce manchego. Este lugar incluye un atochar, donde se hallan cuevas que sirvieron como refugio para pastores.
En su regreso, después de haber visitado diversas huertas y casas abandonadas, tomarían el camino que asciende hacia el llano, el cual les llevaría nuevamente al punto de partida.
Se han disfrutado de dos fantásticas rutas, aunque cada una se desarrolló en días muy distintos. El río Júcar, al atravesar La Manchuela, fue el hilo conductor que unió estas experiencias, permitiendo a los 100 participantes de esta actividad maravillarse con los entornos naturales que nuestros municipios ocultan. Esta iniciativa ha sido posible gracias a la Diputación Provincial de Albacete.
PRÓXIMA SALIDA TAMBIÉN DOBLE, VILLAMALEA Y OSSA DE MONTIEL
La siguiente cita será nuevamente doble. Por un lado, el sábado, se llevará a cabo una visita a Villamalea el 22 de marzo, donde se realizará una prueba conocida como “Ruta por el valle del río Cabriel”. Esta ruta es circular, tiene una longitud de 10 kilómetros, presenta una dificultad media y su duración estimada es de aproximadamente tres horas y media.
En otro ámbito, el domingo 23, en Ossa de Montiel, se llevará a cabo la prueba conocida como “Ruta del Paraíso Manchego”, donde distintos participantes tendrán la oportunidad de recorrerla. Esta ruta, que es circular, tiene una longitud de 10 kilómetros y presenta una dificultad media, con un tiempo estimado de duración de aproximadamente tres horas. La salida está programada para las nueve de la mañana desde el aparcamiento de la Laguna Salvadora.