Castilla La-Mancha

El Gobierno de Castilla-La Mancha desactiva el PRICAM en Toledo y Guadalajara tras mejora en las predicciones meteorológicas

Redacción | Lunes 07 de abril de 2025
El Gobierno de Castilla-La Mancha desactivó hoy el Plan Específico ante el Riesgo de Inundaciones (PRICAM) en Toledo y Guadalajara, tras una mejora en las predicciones meteorológicas. Aunque se mantiene vigilancia, no se han reportado nuevos incidentes y los desembalses están controlados. La situación ha sido estabilizada tras intensas lluvias.

A las 11:00 horas de hoy, se ha desactivado el Plan Específico ante el Riesgo de Inundaciones en la región (PRICAM) por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha. Este plan, que se encontraba en fase de Emergencia, Situación Operativa 1, afectaba a Toledo y Guadalajara, mientras que el resto de la comunidad estaba en fase de Alerta. La decisión fue tomada tras observar una evolución positiva en las predicciones proporcionadas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), así como un control adecuado sobre los desembalses, que habían impactado principalmente a estas dos provincias. Aunque los desembalses continúan, su volumen actual asegura que los caudales en los ríos están lejos de alcanzar los picos máximos registrados los días 22 y 23 de marzo, además de no haberse reportado nuevos incidentes.

No olvidemos que el PRICAM fue activado el pasado 8 de marzo en fase de Alerta, Situación Operativa 0, para toda Castilla-La Mancha debido a intensas lluvias que comenzaron a afectar varias provincias y que podían incrementar los caudales de ríos, arroyos y barrancos en diversas localidades. Desde ese momento, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) proporcionó información sobre vertidos desde distintas presas y su posible evolución. Ese mismo día, se emitieron dos mensajes a través del sistema Es-Alert mediante la Red de Alerta Nacional (RAN), alertando a varios municipios en Guadalajara sobre el riesgo de inundación debido al desembalse de las presas Beleña y Pálmaces. También se advirtió sobre otros desembalses, como el de La Tajera, así como las presas San Juan y Picadas, pertenecientes a Madrid.

Dada la posibilidad de un aumento significativo del caudal del río Alberche aguas abajo, el Servicio de Emergencias 1-1-2 notificó tanto a los ayuntamientos potencialmente afectados como a los grupos de acción que debían estar listos para intervenir si surgía una emergencia. Información adicional llegó el domingo 9 de marzo sobre un incremento en el caudal desembalsado desde varias presas. En particular, se indicó que podría realizarse un vertido gradual por el aliviadero del embalse de Alcorlo, ubicado en Guadalajara, a partir del lunes 10.

A las 20:15 horas del mismo día, ante las previsiones relacionadas con los desembalses y la situación de los ríos, se decidió mantener el PRICAM en fase de Alerta debido a que las lluvias continuaban y existía el riesgo de un aumento adicional en los caudales. Durante la semana siguiente, las autoridades llevaron a cabo un monitoreo constante sobre la evolución tanto de los ríos como de los desembalses. Se realizaron reuniones periódicas con equipos de emergencia y se mantuvo comunicación continua con la AEMET para evaluar cualquier cambio en las condiciones meteorológicas que pudiera afectar a la región.

El 15 de marzo, se observó una leve disminución en las precipitaciones, lo cual permitió comenzar a planificar una posible desactivación del PRICAM. Sin embargo, se continuaron tomando precauciones e instando a la población a mantenerse informada sobre posibles alertas. Finalmente, tras varios días sin incidentes significativos y con un control adecuado del volumen de agua en los embalses, se logró estabilizar la situación el 22 de marzo. Las medidas adoptadas por la CHT y el Gobierno regional demostraron ser efectivas para mitigar el impacto causado por las intensas lluvias.

La desactivación del PRICAM hoy refleja un esfuerzo conjunto entre diferentes organismos para garantizar la seguridad ciudadana y minimizar riesgos ante fenómenos meteorológicos adversos.

A pesar de haber desactivado el plan en Toledo y Guadalajara, las autoridades han enfatizado su compromiso continuo para vigilar la situación y estar preparadas para actuar si fuera necesario.

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