M.A.P.S., la mujer señalada por haber asesinado a su bebé recién nacido al desecharlo en una bolsa de basura en Elche de la Sierra, ha sido condenada a la pena de prisión permanente revisable por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete.
La sentencia señala que se ha considerado la circunstancia agravante de parentesco en el dictamen.
La acusada ha sido condenada a la privación de la patria potestad sobre su otra hija, lo que incluye la prohibición de comunicarse y acercarse a ella, ya sea en su domicilio, en el lugar donde estudia, o en cualquier otro sitio que frecuenta, manteniendo una distancia mínima de 500 metros durante un periodo de 31 años. Durante el cumplimiento de la pena, queda suspendido el régimen de visitas, comunicación y estancia que pudiera haberse establecido en sentencia civil. Además, se le impone una medida de libertad vigilada por un plazo de 10 años, que deberá cumplir tras finalizar la pena de prisión.
De igual manera, se le impone la obligación de cubrir las costas del proceso. En cuanto a la responsabilidad civil, la acusada deberá compensar a su otra hija con 50.000 euros y al padre con 100.000 euros, por la pérdida de su hermano e hijo, respectivamente.
La sentencia se emite después de que el jurado popular declarara culpable a la acusada el 27 de noviembre, tras un juicio que comenzó el 17 de noviembre y se extendió durante varios días.
Durante las diversas audiencias, se corroboró la versión presentada en el documento de la Fiscalía. Según este relato, la acusada, que había estado embarazada desde abril de 2022, dejó de asistir a sus citas con el servicio de Obstetricia del Hospital de Hellín en la segunda mitad de su embarazo. Además, comentó a su esposo y a sus familiares, quienes no estaban al tanto de su estado, que había experimentado un aborto espontáneo, omitiendo la verdad sobre su situación.
La acusada inició su parto a las 39 semanas de gestación en enero de 2023, "con pleno conocimiento de su estado", según indica el documento de la Fiscalía. En ese momento, ya había tenido un parto previo y contaba con una hija de tres años. En vez de solicitar ayuda o atención médica, decidió dar a luz en el baño de su hogar, "con la intención de que nadie se enterara del nacimiento de su hijo y acabar con su vida", ha declarado la acusación.
Una vez que el bebé nació "vivo y en buen estado de salud", la madre decidió cortar el cordón umbilical y, lamentablemente, arrojó a su hijo al cubo de basura de su hogar, donde lo dejó morir. Esa misma noche, al llegar su suegra y encontrar el suelo manchado de sangre, la acusada afirmó que había experimentado una menstruación muy abundante y dolorosa, lo que llevó a su esposo a llevarla al hospital de Hellín.
La mujer en el centro negó de manera insistente haber estado embarazada o haber dado a luz. Esa noche, el recién nacido perdió la vida debido a un fallo cardiorrespiratorio causado por un shock hipovolémico, asfixia y hipotermia.