A la altura de los tiempos

“Nosotros defendemos el legado de la Transición. El legado de la reconciliación, la reforma y el consenso. La crisis ha puesto en riesgo esos logros. Nos ha enfrentado a dificultades económicas, políticas y sociales que no esperábamos. Sin embargo, gracias al esfuerzo general, hoy, que volvemos al crecimiento, podemos decir que hemos salvado el Estado del bienestar, la sanidad pública, la educación pública, el seguro de desempleo y las pensiones. Y, con todo eso, también los valores constitucionales que justifican nuestra convivencia.”

De este modo señalaba González Pons en la pasada Convención Nacional del Partido Popular uno de los mayores retos con los que la sociedad española comenzó y continúa lidiando en estos momentos. Una retórica que, más allá de la coyuntura económica, apunta a un hecho que debemos comprender para actuar en consecuencia. Y este punto es que, de cara a las sucesivas elecciones que este año se nos plantean, deberá optarse entre diferentes opciones políticas que, en ciertos casos, no sólo proponen más o menos cambios para nuestro país, sino que pueden llegar a cambiar la Democracia en sí misma y el sistema que hasta ahora conocemos. La pregunta consecuente sería… ¿Qué cambios se pretenden y cuáles son necesarios?

Como ciudadanos, la Democracia es el marco de nuestra actuación, pero ella es sólo un primer paso; desde el cual se nos brindan derechos y exigen obligaciones. Así pues, es responsabilidad de los hombres dar contenido y profundizar en el proyecto de bienestar y Estado de Derecho que comenzó, en nuestro caso, con la Constitución de 1978. Y es por ello que, en este momento de cambios sociales convulsos, debemos exigirnos más que nunca como ciudadanos un deber de correspondencia cívica para con el sistema parlamentario del que formamos parte. Es nuestra obligación reflexionar sobre qué queremos para España y cómo alcanzarlo pues, siendo tan importantes los medios como los fines, los partidos políticos, como vehículos de la voluntad general, hoy serán más cruciales que nunca en el papel que se juegue de cara al resto de esta década. Y sólo nosotros seremos capaces de decidir quién toma las riendas del cambio y de qué manera.

En suma, desde Nuevas Generaciones siempre hemos vislumbrado positivamente la pluralidad política y representativa en una sociedad como la nuestra, tan viva y porosa de las necesidades de los ciudadanos. Es momento ahora de canalizar esa pluralidad hacia la gobernabilidad y estabilidad parlamentaria. Es el momento de apostar por proyectos de calado que profundicen en la construcción de España y es el momento de descartar a las opciones políticas que pretenden dividir a la sociedad entre vencedores y vencidos. Es momento de situarse, como diría Ortega, “a la altura de los tiempos”, y sumar, en la buena dirección, por y para todos. Por eso, es momento de leer y escuchar las diferentes propuestas políticas, sus fundamentaciones, sus resultados y sus causas, para guiar a España en la dirección de la Democracia; con la cual Nuevas Generaciones siempre ha estado comprometida.

“Entre una España constitucional” y cualquier otra, “yo elegiré siempre la España que se parece al país con el que soñamos juntos, al país con el que soñaron nuestros padres en la Transición. Una patria que nunca más va a consentir que el éxito de una mitad esté basado en el fracaso de la otra.”

Manuel Delgado

 Secretario de Participación Política Nuevas Generaciones Albacete