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La república bolivariana

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 25 de febrero de 2015, 00:18h
Miguel Ángel Vicente
Miguel Ángel Vicente

Conócese bajo esta denominación, también llamada bananera, a aquélla forma de Gobierno que, bajo una aparente y formal democracia, fundamentalmente porque alienta una Constitución, atropella los derechos fundamentales de los ciudadanos, con violaciones continuas y graves de los mismos y en el que se trata de amordazar a la oposición, que se considera un enemigo del sistema y del pueblo, y a la que se condena al ostracismo, mediante una sutil y perversa acción tendente a acallar su voz y su existencia, cargándose el derecho fundamental de expresión, la libertad de opinión y de manifestación, de manera que, el pueblo, como un rebaño amansado, maniatado, adormilado e inerme ante la fuerza policial y, en su caso, militar, y psicológica desplegadas sobre el mismo, acaba cediendo y reconociendo como el único y mejor sistema de Gobierno el que le oprime, le acosa y le deja sobrevivir a la guisa de un animal cualquiera. Y termina por idolatrar al sátrapa que ejerce el poder, tan absoluta como despiadadamente, creyéndose indispensable por no existir fuera del mismo salvación alguna. Esta última proclama, me suena y no poco.

Pues bien, esta forma, o mejor, sistema de Gobierno, es el que impera en numerosos países latinoamericanos, mirados con consternación, con lástima, con pena y con conmiseración por esos otros pueblos en los que rige una verdadera Constitución y, por tanto, se invisten de autoridad y fortaleza para autonominarse como Estados de Derecho, Democráticos y de Bienestar Social. Ejemplos de los primeros y como número uno se señala a Venezuela, la Venezuela, en su día, de Hugo Chávez, y hogaño de Nicolás Maduro, por poner, quizás, el caso más sangrante y ejemplificante de sistema en el que se atropellan, de una manera,  continua, regular y sin solución de continuidad, los llamados Derechos Fundamentales de las personas. Y, como ejemplo, de los segundos, podemos citar a los United States of America, a la Inglaterra de Isabel II y a la República francesa (con todos sus defectos, que también hay que reconocerlos) y, hoy, también, a la Alemania de Frau Ángela Merkel, aunque a ésta la mano de hierro que despliega para hacer entrar por el aro a sus socios europeos, y creyéndose siempre en posesión de la verdad y la razón, haya sumido a Europa, a través de un canto de sirenas, en la crisis más aguda y grave que se recuerda desde el final de las dos grandes contiendas mundiales, la Primera y la Segunda Guerra Mundiales, llevándonos a pensar y sopesar si es que no nos encontramos inmersos ya en la Tercera Guerra Mundial, donde los valores éticos, morales y espirituales han sido absorbidos por la adoración a un nuevo becerro de oro, llamado, hoy, “Los Mercados”, cuya salvación se antepone a la salvación del individuo, como ser y persona, dotada de intelecto y voluntad, abandonado, si es preciso, a su suerte, con tal de salvar y glorificar a ese ídolo, al que parece que no ha de faltarle de “ná”, como vulgarmente se dice, y aunque para ello, repito, haya que poner en riesgo la hacienda, la salud y la vida, incluso, de todo un pueblo, que queda al albur del nuevo Dios, al que se le ofrecen todo tipo de ofrendas y sacrificios con tal de no incomodarle, con tal de seguir bailándole el agua, con tal de hacerle crecer, como un monstruo de siete cabezas, bañándose en el mar de oro de su riqueza inmensa, en su agraviante lujo, en su desafiante inmoralidad, mientras los Gobiernos, todos a una, como en Fuenteovejuna, se pliegan a sus dicterios y bailan al socaire de quien lleva su voz cantante, cual es la Canciller Ángela Merkel, que ha conseguido, a fuer de imponer su criterio de austeridad, que los pueblos europeos, especialmente los llamados del Sur (Grecia, Italia, Portugal, y como no podía ser de otra manera España, aunque nos llenemos la boca de que “España, no es Grecia”, ¡toma!, ni Francia, ni Italia, ni Portugal, eso lo sabe cualquier párvulo que medre por las aulas españolas, tan faltas de criterios, de principios y de caudal intelectual) y algún que otro que se ha despistado, tal como Finlandia. Todos los cuales, con el cuento de “Los Mercados” y del control del Déficit, a mayor gloria y satisfacción de aquéllos, han quedado sumidos en la pobreza, la miseria, la indigencia más absolutas, inesperadas y extraordinarias, impensables, inadmisibles e insoportables que podamos imaginar y permitir en este Siglo XXI, en que la población, como siempre, el pueblo, la plebe, vuelve a un estado semejante al que se vivió en la Edad Media, y si se quiere mirar no tan lejos, a la situación vivida tras las posguerras arriba señaladas.

Y hete aquí y ahora, analizando los titulares de la prensa adicta, expresa o tácitamente, al Poder, aliado indispensable para que “Los Mercados” engorden hasta reventar (porque, al fin y al cabo, no deja aquél de ser una marioneta y unos tentáculos de éstos), nos encontramos con noticias, tales como las siguientes: “Maduro busca perpetuarse ilegalizando a la oposición”, o “Maduro acorrala a la oposición”, todos ellos en relación, fundamentalmente, con la detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, acusado de instigar un golpe y porque, al parecer, según indican esas fuentes, las encuestas asustan al chavismo: no llega al 20% la popularidad del mandatario venezolano, Todo ello muy criticable, por lo que de tufo dictatorial, de empleo de la fuerza bruta desde el Poder tiene, para luchar contra la oposición; o éste otro “El Gobierno (español) teme que Maduro expropie empresas españolas”. Como se ve, moviendo el espantajo del miedo y la llamada a que viene el lobo, cuando, si hacemos un pequeño análisis reflexivo, concluiremos que el lobo ya está dentro.

Y es que, si nos trasladamos a nuestro país, observamos, que desde el Poder que nos gobierna, ante la cagalera que se ha apoderado de nuestros mandamases, que ven peligrar sus respectivas poltronas, no me digan que las maneras de enfrentarse a la oposición, no deja unos tintes bolivarianos o bananeros. Así ha ocurrido recientemente con los Partidos Emergentes, “Podemos”, de Pablo Iglesias, y más recientemente aún, “Ciudadanos”, de Albert Rivera, que según las encuestas hacen peligrar el “vipartidismo y el establismenht” de la conocida como “casta”, o sea, principalmente, la formada e integrada por esos dos Partidos, que inmersos en casos de corrupción política, económica, social y moral, nos han venido gobernando en estos últimos cuarenta años, a saber, Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español, PP y PSOE, sobremanera el primero, que es el que ve cómo pueden desalojarle de las más altas instancias del Poder. Así, en relación con Podemos, su número tres, Juan Carlos Monedero, ha sido y sigue siendo objeto de una persecución, un ataque y un acoso impropios e intolerables en una democracia, para desprestigiarle, tanto a él, personalmente, como a la formación de la que forma parte, siendo amenazado, nada más y nada menos, que por el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, un tal Cristóbal Montoro, que se considera fuerte arropado por el poder del Estado y usando las instituciones públicas y los resortes de las mismas para, públicamente, intentar acabar con la carrera política del Sr. Monedero y, de rebote, bajarle los humos a los miembros de su formación, y solo por el mero hecho de que ésta haya explosionado como fuerza emergente, colocándose en las encuestas por encima del PSOE y a rebufo del PP, lo que ha puesto de los nervios a los populares, que se han lanzado, directamente y a través de la prensa adicta, al cuello de lo que consideran su presa, vendiendo la piel del oso antes de cazarlo, pidiendo explicaciones fuera de contexto, porque si por ello es, es decir, que el Sr. Monedero no enseña el contrato ni la factura, según dicen y por ello no le son admitidas sus razones (quizás deseen verlo interpretando el papel principal del Rey Desnudo), ¿por qué el Partido Popular no entrega los discos duros de los dos ordenadores que el Extesorero  de esta formación, Luis Bárcenas, tenía en la Sede de Génova?: ¡Ah, es que los han destruido!; muy bien, sigamos, ¿por qué no presenta las Agendas de las visitas a dicha Sede?: ¡Ah, es que las han destruido!; ¿qué ha pasado con el sumario abierto para investigar estas sospechosas e incriminatorias destrucciones de pruebas?: ¡Ah, se ha extraviado! ¿Le exige la prensa canalla a los Populares y especialmente al Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy Brey, que dé cuenta, minuciosa, detallada y microscópica, de esas destrucciones y desapariciones?. No, ¿por qué? Item más, desde Génova, la dirección del PP, según el “Diario El Mundo” de ayer, “ha pedido a sus organizaciones territoriales que vigilen los movimientos de Podemos en las Comunidades Autónomas y en las provincias, con el objetivo de controlar la procedencia de sus ingresos y los gastos en que incurrirán en la inminente campaña electoral”, “sepamos qué está haciendo Podemos”, fue el mandato dado, según fuentes de PP, a dicho Diario: ¿No es esta orden una manera ilegitima de meter el ojo en casa ajena y dejar la propia a dos velas? ¿se movilizará a toda una pléyade policial, desde el Ministerio del Interior, para poner detrás de cada miembro de Podemos un inspector que vigile sus movimientos?. ¡Ay, PP, PP, que bajo estás cayendo!

Por otra parte, y viendo que la formación de Albert Rivera ha empezado a pisar fuerte y más que lo hará en sucesivas jornadas y conforme se vayan acercando los eventos electorales, la propia Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tan rígida, tan fina y exquisita y tan aséptica cuando es preguntada en las ruedas de prensa que siguen a los Consejos de Ministros de los Viernes, y esquiva cualquier pregunta sobre el ámbito político, incluso de su propio Partido, para remitirse a un “no toca” o “que respeta las decisiones judiciales”, tras el último Consejo y ante la orden del Partido de que hay que atacar también a Ciudadanos, no se calló y atacó, abierta y descaradamente, sin mencionarlo, al redactor del programa económico de Ciudadanos, Luis Garicano, catedrático de la London School of Economics, a quien trató de desautorizar, argumentado que fue quien pidió el rescate para España en 2.012, contraponiendo esta postura con la valentía de Mariano Rajoy, que desechó la posibilidad de pedir a Bruselas rescate alguno (¿y cómo llamar a los 100.000 euros librados para el rescate de la Banca?). Y así mismo, en otra rueda de prensa anterior, tras otro Consejo de Ministros, también osó criticar abiertamente a Juan Carlos Monedero, aludiendo a que hay que pagar impuestos para sufragar los gastos sociales.

En fin, todo esto demuestra el mal cuerpo que a los populares les han puesto dos formaciones al alza, cual Podemos y Ciudadanos, oposición que trata de ser aniquilada y, si es posible, borrada de la faz de la contienda electoral, por medios espurios, impropios de una democracia que se precie de serlo. En este sentido, y en su carácter finalista, acabar con la oposición, en nada difieren las formas con las empleadas, más severamente, por Maduro, para acabar con la oposición venezolana. España, ¿país bolivariano y bananero?.

MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ

25 de Febrero de 2015

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