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El PSOE va hacia su suicidio

Por Marino Martínez
lunes 26 de septiembre de 2016, 15:37h
Marino Martínez
Marino Martínez

La ruptura dentro del PSOE amenaza con cargarse un partido político histórico en nuestro país, santo y seña de la defensa de las libertades y la igualdad en España. Hoy el PSOE es poco más que un ring donde unos y otros se tiran piedras directamente a la cabeza, no al tejado.

He escrito en varias ocasiones mi falta de sintonía con las críticas a Pedro Sánchez desde los barones y baronesas del partido, en alguna ocasión con una crítica ácida y dura hacia esas personas, pero llegados a día de hoy creo que la actitud de Pedro Sánchez y los suyos es todavía más reprobable y falta de todo punto de ética.

Sánchez ha tenido sus oportunidades y ha fracasado en dos elecciones generales. Ha tenido manga ancha para hacer lo que quisiera tras las primeras y ha estado callado durante dos meses tras las segundas, para comenzar a dar alas a Podemos después y decir, sin decir, que puede haber opción de pacto con ese extraño (por no decir otra cosa) partido político. Esta coalición, que estaba más muerta que viva tras las elecciones de junio (políticamente se entiende) ha renacido gracias al poder de no decir nada de Pedro Sánchez, a las dudas que va sembrando entre propios y extraños.

Entiendo por tanto las críticas actuales de los llamados barones, porque da toda la impresión de que o el PSOE da un volantazo y cambia de forma radical su rumbo o acaba desapareciendo, sin más. Como diría alguien de dentro del PSOE, “hay que pararle los pies a Sánchez”. Y seguramente tiene razón, porque entre otras cosas uno duda mucho de a quienes y a cuantos representa. Y aquí no vale echar manos de primarias, secundarias ni …., hay que recordarles a todos los que apuestan por eso que los votantes del PSOE son bastante más que los que votan en las primarias.

Hoy, tras el descalabro en Galicia y País Vasco, no faltaba nada más que la amenaza de Podemos de dejar solo al PSOE de Castilla-La Mancha para el gobierno de la región. Ya han dicho que rompen el acuerdo, no se sabe si Pablo Iglesias fuerza la máquina para presionar a Page para que cierre la boca y no critique a Pedro Sánchez, o es para sacar algo más productivo en una negociación posterior. En cualquier caso, Podemos se retrata otra vez y como decía alguien del PSOE hoy queda claro que no son de fiar. Igual cuando haya elecciones más adelante los votantes de Podemos podían tener algo de memoria.

A todo esto, salen unos cuantos defensores de Pedro Sánchez, como el alcalde de Valladolid, del PSOE, y viene a decir que a Page se le rompe el acuerdo con Podemos porque se preocupa mucho de criticar a Pedro Sánchez y poco de la región. Eso lo firma cualquier cargo del PP de Castilla-La Mancha para intentar hacer daño a Page y se queda tan feliz.

Por resumir, el alcalde y los defensores de Sánchez que ahora cargan contra Page más valdría que se lo hicieran mirar. La pregunta que deben hacerse es ¿a quién representa Pedro Sánchez? Porque que se sepa la mayoría de los responsables regionales están en contra y por lo menos ellos si ganaron elecciones y gobiernan porque tuvieron muchos escaños, cosa que no puede decir Sánchez. Reunión del comité federal sí y pronto, y allí las decisiones importantes.

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