Nos estamos perdiendo la cultura

En estos días de locura deportiva, hablemos de cultura.

Yo también quiero ser del Atlético de Madrid. Que vaya por delante!.

Fui del Madrid hasta que llegó Mourinho con esa dialéctica educativa que parecía dirigida a esos miles, millones de jóvenes, que lo admiraban por ser el entrenador de tan señorial club, con la aquiescencia de Florentino.

Admiré a Pep, Tito Vilanova, Tata Martino, Iniesta, Xavi, y otros muchos deportistas-personas que como espejo de muchos jóvenes se ganan el puesto que ocupan en el deporte.

Y admiro a todos los deportistas de primer nivel que ponen a España en lo más alto del cajón donde todos ellos recogen sus trofeos.

Sin embargo, no vi las semifinales contra el Bayern ni el Chelsea porque me coincidían con otras actividades culturales que para mí eran más importantes.

Conozco bien el deporte por suerte, y lo apoyo, pero sobretodo me gusta cuando forma parte de la educación; es decir, cuando es la bandera de la formación de los jóvenes.

Siempre he disfrutado más viendo el baloncesto que se hace en Albacete que viendo cualquier partido de la National Basket Asociation (NBA). Ya ni recuerdo cuál fue el último que vi.

Pero voy a ampliar el espectro de este escrito de opinión, y voy a hablar de cultura.

Sin quitar una coma de lo dicho más arriba tengo que decir que el deporte de primer nivel, magistralmente aprovechado por una televisión que anhela convertirse en nuestro alimento espiritual, complementado con una programación – pasatiempo, está provocando que nos perdamos lo más importante: lo que sucede a nuestro alrededor.

Son muchas las ofertas culturales que nos ofrece esta ciudad que tanto amamos, pero aún muy pocos los que disfrutamos de ellas.

Es frecuente encontrarse en una peli de la Filmoteca a las mismas personas que compartieron con nosotros unos días antes una obra de teatro o un concierto.

Esto me parece grave porque estamos poniendo en peligro el desarrollo de tantas y tantas iniciativas culturales que Albacete podría hacer crecer sin límite para bien de quienes nos sucederán.

Ea! Teatro, Juventudes Musicales de Albacete, la propia Filmoteca con una excelente y variada programación, la Sociedad de Conciertos de Albacete, la Asociación de Músicos Independientes y Grupos de Albacete (A.M.I.G.A.), etc…, podrían ser mucho más fuertes si todos fuéramos conscientes de su importancia para nuestra ciudad y la educación de sus habitantes.

NOS ESTAMOS PERDIENDO LA CULTURA.

Salgamos de nuestro sillón, despeguemos a nuestra pareja si la hay del respaldo del suyo, movilicémonos por la cultura, y vayamos al teatro, al cine, a las exposiciones (ahora es el momento de “MIRADAS”, una serie de exposiciones de fotos que impulsa la Diputación), a los conciertos, a los museos, a las charlas educativas y culturales que organizan la Asociación de Amigos de los Museos y otros muchos entes de la ciudad.

Y cuando volvamos a casa y parezca que si no encendemos la tele no sabremos que hacer, abramos un libro y leamos. Os recomiendo “Dispara, yo ya estoy muerto” de Julia Navarro.

Y cuando ya se os caigan los ojos del cansancio de un día bien aprovechado, encended la tele y veréis que pronto os quedáis dormidos.

 “Dulces sueños”.

Miguel López Valles