al caer "ya que no había ningún otro indicio de violencia en su cuerpo", han indicado a Efe fuentes policiales de la investigación.
El hombre, de nacionalidad rumana, vivía solo y fue hallado muerto sobre las once de la mañana de ayer, en medio de un gran charco de sangre.
El casero que le tenía arrendada la vivienda llamó a la puerta para cobrar el alquiler y al no abrirle acudió a la policía, que puso en marcha en protocolo establecido en estos casos, precintando la entrada de la vivienda, situada en el número 42 de la calle Atajo Alto de Puertollano, en el barrio del Carmen.
Según las mismas fuentes, "no cabe pensar que la muerte de esta persona se hubiera debido a una agresión violenta, ya que en su cuerpo no había ninguna otra señal que fuera por haberse defendido".
Es "muy probable" que el hombre -que tenía una pierna escayolada- perdiera el equilibrio y se golpeara la cabeza al caer, apuntan las fuentes de la investigación.
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