Este año 2018 iba a ser muy especial para la gente de Herencia, sobre todo para los amantes de su carnaval. Después de mucho pelear habían conseguido un reconocimiento importante, el de Interés Turístico Nacional.
La fiesta iba bien hasta que el domingo por la mañana todo el mundo se despertó con la noticia del trágico suceso ocurrido la noche del sábado al domingo. A Gonzalo, un joven de 28 años lo habían matado. Lo habían matado por una discusión, le habían dado una paliza hasta matarlo.
Nadie puede entender lo sucedido, ni los vecinos de Herencia, ni los de Alcázar, de donde son las tres personas que le dieron la paliza. Pero tampoco lo entendemos en el resto de Castilla-La Mancha.
Esta sociedad necesita recapacitar de muchas cosas y una de ellas es la violencia que muchos llevan dentro y que son capaces de matar por una discusión tonta. Algo, también en esto, estamos haciendo mal. La seguridad ciudadana de la que nos hablan nuestros políticos puede que sea real en cifras, pero si un día tienes la mala suerte de encontrarte con unos tipos de estos, dispuestos a matar por demostrar su ‘supremacía’, es posible que la vida haya acabado.
El alcohol y las drogas (no sé si en este suceso estaban presentes) también tienen mucho que ver con el comportamiento irracional de gente que no tiene ningún respecto por la vida de los demás. Ahí está el caso de esa persona de Sueca (Valencia) a la que atropellaron con un coche en el que iban tres jóvenes, bebidos y drogados.
Volviendo al inicio, la gente de Herencia, que se ha quedado sin carnaval, tampoco tiene gana de nada más que de olvidar lo sucedido. De olvidar y de que se haga justicia.
Si (
No(
