Dinero público sin luz y sin taquígrafos

Estaría bien si fuera verdad. Más aún, estaría bien si ese ahorro que dicen tener en sus propios sueldos y en la gestión diaria fuera acompañada de ahorro en el gasto que incluye la promoción de sus ‘logros’, si no estuvieran rodeados de ‘enchufados’ con alto sueldo y poco que hacer, y si no tiraran el dinero en mantener gastos innecesarios y abultadísimos.

Eso ocurre en muchas administraciones y con todos los partidos gobernando, da igual que sea el PP que el PSOE que otros partidos que se supone están más a la izquierda. Aquí el suelo es lo importante, el propio y el de los amigos. Hay que pagar favores y por eso los ‘enchufados’, también llamados personal de confianza, son una serie de nombres muy larga, más amplia si la administración es más grande.

Junto a los enchufados y amigos, el dinero que se va en mantener niveles de gasto insoportables en instituciones como la televisión regional, la ahora llamada CMM y antes CMT. No se han rebajado gran cosa los gastos en personal directivo y de confianza, se siguen pagando sueldos increíbles. ¿Saben cuántos médicos y maestros podrían ser contratados con el dinero de esta gente? En la respuesta está la solución a si debe seguir o no ese enorme gasto.

Pero hay más gastos que tampoco tienen luz y taquígrafos. Más al contrario. Se trata del gasto por la promoción de los ‘logros’ conseguidos. Ahora se le llama desde algunas instituciones publicidad por “acciones especiales”. Que viene a ser lo mismo que le doy el dinero a quien quiero y como quiero y sin ninguna regulación, ni baremo, ni gaitas.

Pero a todo esto la oposición calla y otorga. Saben que anteriormente ellos hacían lo mismo y seguramente si abren la boca les dirán que ellos lo hacían aún con más descaro, por tanto el silencio gana a la transparencia.

La gente de la calle, ajena a todos esto, tiene que pagar sus impuestos y confiar en el buen hacer de unos políticos y adláteres que hacen de su capa un sayo. Cuando los que sí vemos el día a día y se nos ocurre levantar la voz nos responden aquello de “yo no tengo que dar explicaciones de lo que hago”. Olvidando que la explicación, la luz, los taquígrafos y toda la transparencia y más es poca cuando se está tratando con dinero público.