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Sol primaveral en las rutas senderistas de la Diputación en Yeste y Fuentealbilla

Sol primaveral en las rutas senderistas de la Diputación en Yeste y Fuentealbilla

lunes 16 de abril de 2018, 11:47h
Este sábado y domingo, días 14 y 15 de abril, han tenido lugar dos nuevas rutas de senderismo, dentro de la actividad que organiza la Diputación Provincial de Albacete para promocionar tanto el turismo, como el deporte y la cultura de nuestros pueblos.

El sábado se desplazaron hasta Yeste donde pudieron ver y hasta pisar la nieve en el ascenso al monte Ardal a casi 1.500 metros de altura, mientras que el domingo recorrieron los distintos paisajes que rodean Fuebtealbilla y visitaron el precioso entono de “El Galayo”.

En Yeste, los participantes disfrutaron de la ruta denominada “Microrreserva Ardal y Tinjarra”, una zona situada en un lugar privilegiado, con bellas panorámicas, antesala del Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, circular, de dificultad media/alta y 15 kilómetros de distancia.

Comenzaban con el día soleado y buena temperatura, y algo más tarde de las 9:00 horas, salían del municipio para tomar el GR-68 en dirección a la Ermita de San Bartolomé. Por la misma senda que en la que en la madrugada del 23 de agosto se realiza la romería en honor a San Bartolomé, que iluminada por hogueras y fuegos artificiales hasta la ermita da comienzo a las fiestas patronales.Una vez arriba giraron a la izquierda por la pista asfaltada que se inicia frente a la ermita, en dirección noroeste, pudiendo apreciar a la izquierda el centro de Interpretación del Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima.

Tras cruzar la rambla del arroyo de la Celada y la Vereda de Siles, comenzaron otra exigente subida por el collado de Boche, salvando un desnivel de cien metros. Cruzando este collado, entre unas rocas, comienza un bonito descenso dirección a Boche, desde aquí ya se puede apreciar que en las cimas de las montañas más altas de este valle están nevadas, y al estar el día tan despejado disfrutaron de fantásticos paisajes. Así, por una pista que salía a la izquierda se dirigieron hasta Collado Carrascas, pasando entre las ruinas del Cortijo Lucas y tomando la vereda de Siles Collado Carrascas, lugar que aprovecharon con el solecete para almorzar.

Desde aquí, pasando por el Cortijo Pajarel, comenzaron la subida más exigente de todas, por el Barranco Judío hasta el Collado de Bochorna. Una vez arriba dejaron la senda para coger una pista que les llevaría hasta el punto más elevado de la ruta, el monte Ardal a casi 1.500 metros de altura y donde se encuentran unos repetidores y un punto geodésico, con unas preciosas vistas de Tinjarra con el valle del Segura, y del Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, presidido por el pico Mentiras, con sus 1.898 metros de altura, totalmente nevado. Antes de llegar pudieron ver un pino singular salvado de la tala por un forestal, después del incendio del 94, ya que su estado no era muy bueno entonces, con el mimo de la gente del pueblo y de los forestales consiguieron recuperarlo hasta nuestros días, “El Pino Candelabro”.

Se encuentran en una zona protegida como es la “Microrreserva del Ardal y Tinjarra”, precioso lugar, donde también se encuentra un maravilloso refugio enclavado sobre una roca, con unas por las espectaculares vistas, que es una pena que no se le de uso. Desde aquí comenzaron el descenso, con el pueblo, Yeste, a la vista a su derecha, y de una manera muy suave van perdiendo altura, hasta la cruz situada encima del pueblo, y desde donde se puede ver también, en lo alto, la ermita de San Bartolomé que más o menos se encuentra a la misma altura, ya solo les quedaba descender un poco más hasta el pueblo, para degustar un fantástica y merecida comida.

Ya el domingo, otros cincuenta participantes se desplazaron hasta Fuentealbilla, una ruta circular que transcurría por distintos tipos de paisajes, con una dificultad técnica baja, un recorrido de 18 kilómetros y de unas cinco horas de duración.

A las nueve de la mañana, con sol y tras el saludo del alcalde de Fuentealbilla, Ángel Salmerón Garrido, comenzaron la ruta, cruzanando por la Plaza Mayor de Fuentealbilla, que la conforman El Pilar, fuente con cuatro caños, cuya construcción se realizó en 1789 y el Ayuntamiento.

Pasando por la puerta de la ermita del Cristo, visitaron el antiguo lavadero, muy bien conservado, después de la restauración realizada el 2009, a día de hoy se sigue utilizando. Cogieron el camino que les llevaría hacia los restos de las Termas Romanas, conocida en Fuentealbilla como “La Fuente Grande”, resto de una cisterna romana que todavía permanece en buen estado de conservación y justo al lado de lo que era en aquella época una fábrica de cerámica, la cantidad de resto de vasijas, ánforas y demás enseres así lo atestiguan.

Entre viñas llegaron hasta la Caseta de la Vía, una de las dos estaciones construidas en Fuentealbilla para la línea Baeza-Utiel, junto a los cuatro, en La Manchuela, continuando por la Vía Verde que comunica los 25 viaductos construidos, uno de ellos se encuentra en Fuentealbilla, con una longitud de 138,6 metros y debe su nombre al paraje en que se edificó, la Cañada del Cardenal, que antaño fue un río y ruta de importante comunicación muy utilizada en la época ibérica y romana, donde tras pasar por encima de él, e impresionarse con su altura, y los fantásticos paisajes que desde él se contemplan. Bajaron del mismo para almorzar justo debajo de él, con bebida fresca, incluido el fantástico vino de la cooperativa del pueblo, que el Ayuntamiento tuvo a bien agasajarlos, también pudieron contemplar cómo unos atrevidos jóvenes hacían Puenting.

Siguieron caminando entre campos de cultivo: cereal, almendro, algo de pistacho y, cómo no, viña, con un espectacular verdor, pasaron por debajo de la ctra. para dirigirse a uno de los rincones más bellos “El Galayo” una de las zonas paisajísticas más ricas de Fuentealbilla: La Cañada.Una prominencia aguda de una roca pelada que, de forma espectacular, se eleva sobre los montes circundantes. Alberga un bello estanque, que ya en el siglo XVIII despertó gran interés la riqueza y variedad de sus plantas medicinales.

Aquí el Ayuntamiento les tenía preparado otro avituallamiento, bebida fría, que durante toda la ruta les iban ofreciendo y unos dulces buenísimos. Esta zona está prevista de mesas, bancos, papeleras,…para el disfrute del viajero.

Tras otro desnivel de subida de casi 100 metros, quizá el más fuerte de la ruta, atravesando la Rambla de las Carboneras, nombre que también recibe esta Sierra. Así llegaron hasta lo más alto, donde sobre un gran montículo de piedras se sitúa una bandera que no paraba de agitarse por el fuerte viento que a estas alturas hacía. Las vistas eran impresionantes, se podía contemplar todo el pueblo y alrededores, merecía la pena la subida.

Siguieron por la cresta para llegar a una preciosa zona llamada Los Toriles, paraje con una orografía especial y que antes se utilizaban para guardar el ganado, el entorno y el olor a la gran cantidad de plantas aromáticas era impactante.

Desde aquí solo quedaba regresar al pueblo a comer y luego visitar más tarde las bodegas Iniesta.

Dos fantásticas rutas que pudieron disfrutar con sol los cien participantes de esta actividad, que tanto éxito ha tenido en anteriores ediciones, organizado por la diputación Provincial de Albacete.

La siguiente cita será el domingo día 22 de abril denominada “Ruta de la Pasadilla-Los Castellones”, circular, de 16 kilómetros de distancia, dificultad baja y unas cinco horas de duración.

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