Este viernes la noticia fue el comunicado de ETA en el que se supone que pedían perdón por todo el daño que hicieron en sus más de 50 años matando con la cobardía del que mata por la espalda.
Un día en el que se supone hubo una buena noticia, porque ETA pedía perdón, pero una buena noticia a medias, porque solo piden perdón a unos pocos, de los casi 900 que mataron, más los miles de víctimas porque murieron sus familiares y amigos, porque fueron heridos, extorsionados, porque les pegaron, les vejaron o les hicieron salir de su tierra. Por cierto, aqui un inciso. Todavía existe esa especie de ‘superioridad’ que exhiben todos estos pro etarras en muchos sitios del País Vasco sobre el resto de gente que pasea por calles de pueblos y ciudades.
Una jornada en la que muchos gilipollas hablaron de conflicto y otros hablaron de paz. Que yo sepa aquí no hubo “conflicto” ni la rendición de los asesinos supone ninguna paz. Aquí no esperamos ninguna paz porque no hubo ninguna guerra, aquí no hubo ningún conflicto porque solo hubo asesinatos.
No señores (léase imbéciles gilipollas), aquí no estuvimos nunca en guerra, no hubo conflicto. Solo hubo un atajo de asesinos de mierda, unas familias y vecinos cómplices de asesinatos cobardes y un montón de gente, miles y miles, con miedo a salir a la calle.
No, no hubo conflicto, ni guerra. Eso ocurre cuando hay dos partes que se comportan de la misma forma. En el caso de ETA no hubo nadie que con sus pistolas matara por la espalda y con la mayor de las cobardías a gente de la calle, porque de la calle eran los que morían en un hipermercado, los policías, guardias civiles, jueces, políticos, empresarios, etc. Todos eran gente de la calle que no se dedicaban a matar a nadie, por tanto no había guerra, ni conflicto, solo asesinos asquerosos que se permiten el lujo de hablar de “todas las víctimas” y se equiparan con los muertos y sus familias porque la justicia los ha llevado a 500 o a 1.000 kilómetros de las casas de sus familias. ¿Por eso son víctimas? No señores (léase …), no son víctimas, son verdugos. Yo los habría llevado a Guinea, como muy cerca.
Y en todo esto, además tenemos políticos amantes de la ‘libertad de expresión’, la propia pero no la de los demás, políticos que defienden a los verdugos y no a las víctimas, que equiparan a unos y otros. Y lo peor es que no solo hablo de los sinvergüenzas que antes eran parte de los etarras en el País Vasco, habló de otros que se presentan a elecciones en toda España y sacan millones de votos. Y todavía hay quien les vota. Algunos tiene la cara dura de poco menos que dar la razón a los etarras por lo que hicieron los GAL. Yo no justificaré a los GAL, pero hasta donde yo sé su objetivo era acabar con los asesinos. Los de ETA mataban a personas de la calle, que nada tenían que ver con la guerra que se habían inventado los etarras.
Al final todos estos caras, amantes de las redes sociales, donde mienten y mienten y cuentan ‘su historia’, tergiversan la realidad y la pintan de su color morado, lo único que quieren es escribir a su modo la historia de España y de la cobardía de ETA. Y todavía a ellos y sus amiguetes les votamos….
Y algo más. Cuando los obispos vascos vienen a decir algo así como que no estuvieron finos en su apoyo a los etarras, por darles amparo o por omisión, y más tarde dicen que acerquen a los asesinos al País Vasco ¿en qué están pensando? ¿En qué piensan sus jefes de la iglesia española? Digo yo que seguramente estos obispos vascos estarían más guapos callados, por lo menos dejarían de decir idioteces y nadie sabría que existen. Hay que tener poquito cerebro para seguir incidiendo en lo mismo y olvidando que los asesinos a los que ampararon dejaron muchos muertos en el camino, vecinos muchos de estos obispos olvidadizos.
Si (
No(
