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Toros. Talavante abre la puerta grande en la última de la Feria de Albacete
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(Foto: Imágenes María Vázquez)

Toros. Talavante abre la puerta grande en la última de la Feria de Albacete

Por Redacción / Efe
lunes 17 de septiembre de 2018, 22:19h

El diestro Alejandro Talavante, que se lució sobre todo en su primera faena, cortó dos orejas y salió a hombros en el décimo y último festejo de la feria de la Virgen de los Llanos de Albacete, en una tarde en la que Miguel Ángel Perera sumó un apéndice y el Juli se fue de vacío.

Lo de Talavante fue un caso aparte. No solo en la tarde, sino en toda la feria. La faena a su primero fue pletórica por la inspiración, la elegancia, la imaginación y el gusto que puso a todo lo que hizo. Una obra preciosa que solamente tuvo el premio de una oreja por la mala colocación de la espada.

Variado y muy precioso con el capote, Talavante comenzó la faena de hinojos sobre la diestra, corriendo la mano como si estuviera de pie, arrucina final incluida. Ya recuperada la vertical, se sucedieron las series por uno y otro pitón a cada cual mejor. Quizás se superó al natural, por donde emanó la hondura, el temple, la suavidad... Un pase de pecho mirando al tendido crujió la plaza.

Tenía la Puerta Grande ya abierta de par en par, pero, ya está dicho, la estocada cayó baja y a eso se agarró el presidente para dejar el premio en singular.

Pero acabó por descerrajarla Talavante en el sexto, un toro que se dejó hasta que se rajó por completo y al que toreó nuevamente con mucho aplomo en series de muletazos por los dos manos, teniendo que recurrir a la corta distancia en un epílogo también de firmeza y valor. Buena estocada y otra oreja para él.

Otro que dejó impronta en Albacete fue Perera, aunque en su caso fue solo a medias. Lo mejor del torero de la Puebla de Prior llegó en el quinto, un toro noblote y manejable de Parladé al que toreó como mucha autoridad y largura por el pitón derecho en varias series bien compactadas por limpias y ligadas.

Un final entre los pitones con el toro más venido a menos mantuvo el diapasón de una labor abrochada magníficamente bien con la espada. Cortó una oreja.

Pero antes, con el segundo, estuvo con algunos altibajos ante un toro que derribó aparatosamente en varas, pero que después se vino abajo demasiado pronto en la muleta, donde el extremeño le pegó pases y más pases pero sin decir absolutamente nada. Quizás una tanda a derechas tuvo su aquel, mas al conjunto le faltó emoción y, sobre todo, un oponente con más casta.

Al Juli le faltó enemigo en su primer turno al enfrentarse a un toro descastado y con muy poco motor. El madrileño anduvo voluntarioso, esforzado, logrando, incluso, algún que otro muletazo de buen aire, pero sin llegar a compactar faena. Tras la estocada, un punto trasero, hubo quien le pidió la oreja, pero al final todo quedó en una ovación con saludos desde el tercio.

Menos rival tuvo con el cuarto, un toro totalmente descastado y que se agarró al piso a las primeras de cambio, negándose en redondo a embestir. El Juli volvió a poner todo de su parte, pero ni así pudo sacar nada destacable.

FICHA DEL FESTEJO.-

Seis toros de Parladé, bien presentados en líneas generales, nobles pero sosos, parados y descastados en conjunto, a excepción del manejable tercero y el noblote quinto.

Julián López, el Juli, de ciruela y oro: estocada trasera (ovación); y estocada (palmas).

Miguel Ángel Perera, de caldero y oro: estocada caída con derrame (ovación); y oreja.

Alejandro Talavante, de tabaco y oro: estocada baja (oreja); y estocada (oreja).

En cuadrillas, Valentín Luján saludó tras banderillear al sexto.

La plaza prácticamente se llenó en tarde gris y con amenaza de lluvia.

La crónica pausada de Emilio Sánchez

La última de feria, tuvo sus más y sus menos. El más lo que Alejandro Talavante hizo como si el triunfo de Albacete fuera de novillero deseoso de triunfar para auparse en sus escalafón.

En sus primer toro sorprendió con lances de capa a una sola mano poco visto en estos lares, los oles sonaron con fuerza y mucho más cuando de rodillas el albero se clavaba en sus terno para recibir con derechazos largos y profundos, cuatro seguidos enlazados con el de pecho siguiendo de penitente. Un toro noble, de pelo sardo, que al extremeño le gusto y lo cuido, faena medida precisa y con excelente corte de torero que tiene en la boca el ansia de triunfo. Disfrutó Talavante e hizo disfrutar, con largas cambiadas, derechazos sublimes que en cada uno de ellos iban a más. Con la franela por el pitón izquierdo largos naturales que fueron para equilibrar lo que el toro le exigía, gustando las tandas de naturales hundidos y pulseados de principio a fin. El toreo en redondo por el pitón derecho tuvo el regusto de lo bien hecho. Lástima en este toro que la espada cayera un tanto ladeada.

En su segundo, el toro que cerraba feria fue un toro de buenas condiciones con más picante que su primero. Fue otro ejemplar manejable pero con la raza tan al límite que en cuanto Talavante le exigía por abajo y hacia adentro el de Parlade se vino abajo hasta terminar en tablas donde Alejandro lo pasaporto de certero espadazo. Este toro de nombre "Duendecito" sirvió para otro trofeo y Alejandro abrir la puerta de los Jardinillos y cerrar plaza hasta el próximo 2019.

Por Albacete este año ha pasado Julián López El Juli, diciendo poco, su actuación de esta última tarde de feria inicio bien con duende la tarde. Con la franela en la derecha entendió a "Instigador" pero las opciones fueron bajando. Con la izquierda tandas sin llegar medir la distancia, y no conseguir que el toro humillara. Se esperaba que el madrileño con su concepto de toreo se impusiera a los de "Parlade". Tampoco estuvo fino con la espada lo que esta feria para el madrileño no pasara a la historia.

Miguel Angel Perera, cortó una oreja en su segundo, firmó y llevó a los tendidos el "ay" por el arrimón que a "Nomada" sometió. Más cerca de los pitones no se puede torear, ataco el torero con la tela roja, el toro sin excesivo motor no se alejaba de la tela ni de la taleguilla de Perera. El calor y el color lo puso el torero. Toreó con temple y mucha corrección destacando los redondos y los derechazos para poder sacarse al de Parlade de abajo. No se podía tener más quietud firmeza y profundidad de sus muletazos que no pasaron desapercibidos para la afición de Albacete. Acertado con la espada en ese toro, para calificar la faena correcta y aseada. Lo que hizo que la oreja la pasera entre el clamor del respetable.

En su primero destacar como recibió al toro en el centro del platillo con la muleta, para más tarde, Después de las probaturas, la distancia al toro no fue la deseada.

Una nota simpática y que se ha hecho inconfundible tarde tras tarde, para despedir a los picadores con esa potente voz de un jovencísimo aficionado en los tendidos de sol que cada tarde premiaba a los varilargueros con el “bien picador”.

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