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Un buen día para no olvidarnos de la España de todos

Por Marino Martínez
viernes 12 de octubre de 2018, 13:03h
El Día de la Hispanidad nos recuerda que España es un país al que se supone grande y unido, unido entre las gentes que viven en España y los países de Hispanoamérica

No, no es un país republicano como quería Pablo Iglesias y apoyaría Pedro Sánchez con tal de seguir presidiendo España. No tampoco es un país en el que se omiten símbolos, ni lemas para que los secesionistas catalanes no se enfaden. No, tampoco es un país en el que Cataluña, Navarra y el País Vasco son una cosa y los demás se quedan con las migajas del reparto autonómico. No, no es un país lleno de animales, fachas, represores y medio asesinos como quieren hacer ver fuera de nuestras fronteras los secesionistas catalanes y alguna televisión española tipo Lasexta.

No, es un país en el que alguna cadena como la mencionada o telecinco o sus amigos de la cuatro nos cuentan milongas y mentiras por doquier para hacernos creer que Sánchez lo hace muy bien, que el PP y Ciudadanos son de extrema derecha y ellos son los salvadores de los medios de comunicación, de la libertad de expresión y poco menos que de la pureza étnica que debería ser España. Todos debemos ser una copia de ellos, siempre estupendos y muy de izquierdas.

No, ese país no es España, aunque tengamos que sufrir todo esto porque a la Moncloa llegó un político con un único afán, ser presidente, ser protagonista, lo demás no importa. Los socios no importan, que los socios pongan retratos del Rey boca abajo en sus ayuntamientos, que sus socios aprueban en el parlamento de Cataluña reprobar el Rey y pedir el fin de la monarquia, eso entra dentro de la “libertad de expresión”. Que una ministra socialista diga a un compañero de gabinete que era maricón y nenaza entra dentro de la libertad de expresión. Es que claro, era una conversación privada. Por cierto que de las conversaciones privadas de jueces, fiscales y policías nos damos cuenta de que estamos en manos de un grupo de gentes que quiere estar por encima del valor de la papeleta en la urna. Parece mentira que no se haya hecho ya amigos de Pablo Iglesias y los podemitas para acabar con las votaciones. ¡¡Que gilipollez es eso de votar teniendo a Pedro y Pablo llevando las riendas de nuestro país!!!

No pasa nada, si lo dice un socialista de los de Sánchez aquí no pasa nada. Tampoco pasa nada si el presidente del gobierno se salta a la torera las cámaras representativas y se mueve al estilo Maduro en Venezuela. No hay problema.

Ahí está el PSOE aguantando el chaparrón. Ahora le toca a Susana Díaz lidiar con esa imagen de su partido en las elecciones de diciembre. La pobre mujer va a tener que cerrar las carreteras de Andalucía para que no vaya el presidente del gobierno ni ninguno de los suyos, como aparezcan mucho le hacen perder las elecciones. Claro que seguro que es lo que quieren y así acaban con la única persona que parece estar preparada en el PSOE nacional para hacer de los socialistas el partido que siempre fue.

En unos meses le tocará a Page. Veremos lo que sucede. De momento en el tema del agua Sánchez está echando una mano a Page (una mano al cuello) porque hay tantos o más trasvases que con Rajoy y más grandes.

En fin, que en el Día de la Hispanidad todavía hay gente que se siente muy orgullosa de lo que es y de donde nació, más allá que lo hiciera en el centro, en el sur, al este o al oeste. Afortunadamente hay gente normal por el mundo. Y los que odian tanto a España lo primero que tendrían que hacer es dejar de cobrar de España y me refiero a los cara duras que hay secesionistas cobrando sus sueldos de diputados en Madrid. Por no hablar de los que cobran en Cataluña, que son más y con la cara parecida.

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