Según informa hoy la Comisaría de Policía albaceteña, los detenidos eran clientes de un establecimiento de juegos de Albacete, al que acudían con frecuencia para jugar a las máquinas tragaperras.
En su última visita al salón de juegos, a sabiendas de que tenían prohibido el acceso porque ellos mismos habían solicitado su inclusión en la base de datos de interdicciones al juego, jugaron una cantidad aproximada a mil euros sin obtener premio importante alguno.
La frustrada sesión de juego les incitó a golpear una de las máquinas, a la que causaron daños, y a intimidar a la empleada del local, a quien amenazaron con denunciar el incumplimiento de la normativa por no impedirles la entrada al salón de juegos.
Los jugadores consumaron su amenaza y denunciaron ante la Policía que, a pesar de tener la prohibición de acceso al juego, se les había permitido entrar al establecimiento y jugar para perder mil euros.
La investigación ha permitido comprobar que sus propias manifestaciones son indicios de criminalidad contra ellos, pues pretendían conseguir la devolución del dinero perdido amenazando a la empleada, lo que constituye un delito de extorsión, además de otro de daños.
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