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Alcalá del Júcar y Balazote acogieron el pasado fin de semana dos nuevas rutas senderistas de la Diputación

Alcalá del Júcar y Balazote acogieron el pasado fin de semana dos nuevas rutas senderistas de la Diputación

lunes 29 de octubre de 2018, 16:24h
Este sábado y domingo, 27 y 28 de octubre, tuvieron lugar dos nuevas rutas de senderismo, dentro de la actividad que organiza la Diputación Provincial de Albacete

para promocionar el turismo, el deporte y la cultura de nuestros pueblos y esta vez visitaron Alcalá del Júcar y Balazote.

Así, este sábado, día 27 de octubre, se celebró la trigésima primera denominaba “Entre Barrancos”, con una dificultad técnica media-alta, un recorrido lineal que comenzaba en la pedanía de La Gila y terminaba en Alcalá del Júcar, de casi 17 kilómetros, y aproximadamente cinco horas de duración.

Tal y como su nombre indica, Alcalá se emplaza a orillas del río Júcar en su tramo final por nuestra comunidad, antes de entrar a tierras valencianas donde desemboca.

En este paso, el río traza una garganta que dibuja un sinuoso recorrido que constituye uno de los principales atractivos de Alcalá de Júcar y que condiciona la disposición de las casas, que trepan por las laderas.

Sobre las nueve de la mañana con niebla y una ligera llovizna, desde La Gila, una preciosa pedanía de Alcalá del Júcar con un privilegiado balcón a la hoz del Júcar, donde un vecino tuvo la amabilidad de mostrarnos una preciosa y bien restaurada tradicional bodega excavada en la misma roca. Comenzaba la ruta dirección a la Senda de los Jinetes, por una pista de unos 4 km aproximadamente, entre viñas y campos de cultivo. Llegaron a esta senda dentro de un denso pinar e iniciaron el descenso, dirección al río, hasta llegar a Las Rochas. La senda era preciosa y estaba recién acondicionada ya que habían cortado y retirado varios árboles caídos en medio de esta.

El paraje de Las Rochas se encuentra al lado del río donde hay un bar y lugar donde se realizan distintas actividades ecuestres, aquí, y por cortesía del ayuntamiento de Alcalá, tomaron unas ricas tortas saladas de sardinas, chorizo y panceta.

Tras el rico almuerzo, continuaron por otra senda, Sendero de Las Rochas, de unos 3 kilómetros y río arriba que les llevaría hasta el puente de Tolosa. Primero pasaron por la presa que desaguaba gran cantidad de esta y al poco empezaron a contemplar la preciosa Tolosa, la más pequeña de las pedanías que tiene Alcalá del Júcar, en la ladera de la montaña , bañada por el río Júcar, sus aguas les conducen a través de curvas y rincones hasta este lugar donde se remansan, el río se ensancha antes de llegar a la presa.

Aquí iniciaron un duro ascenso de 1 kilómetro de nuevo hasta La Gila por un zigzagueante sendero con bastante inclinación. La Gila es otra pequeña pedanía de Alcalá del Júcar situada a unos 6 kms del núcleo principal. Ubicada en lo alto de una meseta, a la misma altura que Tolosa, con la excepción de que Tolosa se ubica en la ladera de la montaña.

Al salir de la Gila, dirección Alcalá del Júcar por toda la parte alta de la hoz, una senda

técnica muy apreciada por los amantes de este deporte, disfrutaron de las fantásticas vistas que esta ruta les ofrece, girando la vista pueden ver toda la hoz del río Júcar, el embalse que se crea a su paso por Tolosa, que también se puede ver, al igual que La Gila en lo Alto de la meseta.

Por este camino van viendo cómo el hombre ha ido aprovechando las formaciones tan caprichosas que esta piedra caliza, amplías cuevas metidas en la roca y que los pastores solamente han tenido que levantar una pared con piedras para así tener un lugar de protección y recogimiento para su ganado.

Poco a poco empezó a llover y así llegaron hasta uno de los miradores más bonitos y al mismo tiempo más desconocidos de esta localidad, con unas fantásticas vistas del pueblo y la hoz que forma el río y lo rodea.

Solo les restaba el descenso por la técnica senda del Batán, dejó de llover y salió el sol hasta llegar a Alcalá del Júcar donde les esperaba una sabrosa y merecida comida.

Ya el domingo, día 28, en Balazote, se celebró la trigésima segunda de las rutas. Se denominaba “El Puente Grande y El Cuco”, una ruta circular, de dificultad media, 14 kilómetros de distancia y unas cuatro horas de duración.

Comenzaba con sol aunque con algo de frío, a las nueve de la mañana desde la puerta Ayuntamiento de Balazote, y tras la foto de grupo, bajo los pies de la escultura Íbera de la Bicha de Balazote, comenzaron la marcha, haciendo un pequeño recorrido urbano por el pueblo en dirección ascendente del mismo. Primero por la Iglesia de Ntra.Sra. Del Rosario, del S.XVI, posteriormente pasaron por la puerta de la denominada “Casa de Arriba”, casa-palacio de los antiguos Condes de Balazote, y junto a ella el Centro Cultural María Guerrero. Poco más arriba, y casi dejando ya el casco urbano, cruzaron por el parque y monumento a la Mujer Trabajadora, símbolo social y de reconocimiento de Balazote a la labor de sus mujeres.

A medida que subían, el frío se hacía notar más y así llegaron hasta el Cerro de Santa Mónica, donde se encuentra la Ermita del mismo nombre, en honor a la patrona de Balazote, con fantásticas vistas del municipio, continuaron subiendo hasta el punto más alto, el Cerro de San Cristóbal.

Con preciosas panoramicas de la llanura de Los Llanos, y en la otra dirección, los inicios de la Sierra de Alcaraz. Bajando el Cerro, se dirigieron hacia la Rambla de Juan Huertos, tomando dirección al Puente Grande, antiguo puente de acceso a Balazote desde la N-322, y junto al cual se encuentra ubicado hoy en día una zona de picnic y parque municipal, lugar donde el ayuntamiento tuvo a bien obsequiarnos con un enriquecedor almuerzo.

Aquí, y tras subir el puente, cogieron una señalada pista del Camino Natural Vía Verde de la Sierra de Alcaraz, cruzaron la N-322, por el camino de la presa de la Huelga, dirección de Peñorada, por donde tomaban la Vía Verde en dirección de la Cueva la Encantada.

Cogieron un camino a mano izquierda y abandonaron la Vía Verde, hasta una finca de labor donde se encuentra un Cuco, desde aquí, continuaron para hacer un pequeño recorrido por la historia contemporánea de Balazote, y de su relevancia en inicios del siglo pasado, visitando unas trincheras en medio del monte, donde se imagina utilizaron durante la Guerra Civil.

Desde aquí regresaron por una senda entre matorral bajo de nuevo al Puente Grande, desde donde tomarían un sendero que les llevará nuevamente al municipio.

Dos fantásticas rutas, con preciosos paisajes otoñales, que han hecho disfrutar a los 100 participantes de esta actividad, de las maravillas de entornos naturales que esconden nuestros municipios, gracias a la iniciativa de la Diputación Provincial de Albacete.

La siguiente ruta será el próximo sábado, día 3 de noviembre, en Valdeganga denominada “Ruta por la ribera del Júcar” de dificultad baja-media y 14 kilómetros de distancia, con salida a las 9:00 desde la Plaza Mayor del municipio.

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