En este tiempo la familia ha crecido hasta más de 3600 pacientes que confían en nosotros, en un equipo de profesionales, entregados, que sentimos y amamos nuestra profesión y que nuestro principal propósito es que las personas recuperen su sonrisa, que puedan disfrutar de una buena comida junto a los suyos, en definitiva, que gocen de una buena salud bucodental. Para ello contamos con todas las especialidades en el mundo de la odontología, respaldados por especialistas bien formados en cada área, así tenemos al Dr. Emilio Serrano, el Cirujano oral, a la Dra. Eva Albaladejo, la Ortodoncista, la Dra. Ana Belén Navarro, la Periodoncista, la Dra. Marta Robledo, endodoncista, una servidora, la Dra. Remedios Olivares, que soy la que hace la prótesis y la odontología general y por último mi Lola, la higienista de la clínica, que es una pieza clave en este equipo. Por el equipo de dentistas en Albacete de la Clínica Dental Olivares, han pasado muchas personas, todas ellas han ayudado a construir nuestra historia, quiénes somos. Ahora quiero ponerle voz a esas personas que hacen posible que cumplamos años con la misma ilusión que aquel septiembre del 2008, cuando abrí a la que yo llamo “Mi caja de bombones”, esas personas sois vosotros, los pacientes, esas personas que en cada diagnóstico y plan de tratamiento que hago me agradecen mi honestidad y mi saber hacer, el cómo explico los tratamientos, la alegría y el entusiasmo que se respira en esta clínica, incluso ya algunos pacientes me dicen la tranquilidad que les transmito cuando me pongo a cantar mientras trabajo. He escuchado hasta pacientes que me llamaban Picasso, o recuerdo a una paciente que después de ver el resultado de una prótesis que le coloqué me dijo “Pon una Reme en tu vida”. El secreto para seguir en la “cresta de la ola” es rodearse de buenos profesionales, escuchar a las personas para simplemente satisfacer sus necesidades en relación a su boca, trabajar con buenos materiales y un buen laboratorio de prótesis, Dentalab.
He de contar también que dirigir una clínica dental conlleva muchísimo sacrificio, muchas horas, llegar tarde a casa y encontrarte a tus hijos dormidos. Fijaros que ayer llegué a casa a las 21:35 y mi hijo mayor Lucas, de 9 años, me dijo extrañado “Mamá que pronto has venido hoy”. Todo sacrificio tiene su recompensa y el mío es seguir cuidando de vuestra salud y seguir al pie del cañón. ¡Por muchos años más juntos!
Si (
No(
