Cuando los agentes llegaron a la vivienda indicada, pudieron comprobar que en ningún momento había tenido lugar un episodio de violencia conyugal, indicando la mujer que a veces sufre crisis de ansiedad, ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
No obstante y, de forma previa a abandonar el inmueble, los agentes detectaron un fuerte olor a marihuana, el cual resultó proceder de una habitación en la que se estaban cultivando numerosas plantas de cannabis sativa.
Una vez obtenido el correspondiente mandamiento judicial, se llevó a cabo un registro en el domicilio, interviniéndose un total de veinte plantas y varios botes de cristal conteniendo cogollos de dicha sustancia, procediéndose así mismo a la detención de los dos moradores por un presunto delito contra la salud pública.