Aceite de CBD y ansiedad, las verdades de este novedoso tratamiento

Las cifras que se están reportando desde países donde está muy normalizado, como Estados Unidos, son tan contundentes que por sí solas explican la presencia del aceite de CBD en medios de comunicación internacionales y casi a diario. En más de un 60% de sus consumidores norteamericanos afirman que se acercaron a esta sustancia buscando un remedio para sus problemas de ansiedad. Las vías para comprarlo son diversas, aunque es la fórmula de tienda en línea de cáñamo CBD la que mayores éxitos cosecha, algo lógico si pensamos en la comodidad y discreción que proporciona. Pero, ¿es realmente eficaz como tratamiento? Analicemos los datos de los que se dispone en la actualidad.

Nociones básicas sobre el CBD

Antes de centrarnos en los tratamientos concretos en los que se utiliza con éxito el aceite de CBD, es necesario que hagamos algunas precisiones importantes para saber de qué estamos hablando. SI haces una búsqueda en internet, inevitablemente te vas a encontrar el término CBD ligado a la marihuana. Pero, te recomendamos que no abandonar tu interés porque piensas que es algo relacionado con sustancias ilegales o drogas. Conviene que sepas que estás cometiendo un error. Es verdad, el cannabidiol es una de las múltiples sustancias que forman parte de la planta del cannabis, conocida coloquialmente como marihuana. Sin embargo, está libre de cualquier efecto psicotrópico, que son los que afectan al sistema nervioso central produciendo pérdida de control sobre nuestro estado de ánimo o conciencia. El responsable de esa situación es el THC que no forma parte de la composición del aceite de CBC. Así que, por este lado, nada que objetar al consumo de CBD.

Los efectos del aceite de CBD en el tratamiento de la ansiedad

Ahora sí, una vez que no tienes dudas sobre la naturaleza de esta sustancia, es el momento de detenernos en su eficacia, de recopilar toda la información disponible sobre los beneficios reales que podemos esperar de su consumo. Si hay un reclamo que ha hecho que la gente se acerque al aceite de CBD en EEUU de forma masiva es el que se refiere a su capacidad de mejorar la situación de quienes padecen ansiedad y estrés crónicos, además de otros problemas como el insomnio o la depresión, los ataques de pánico y desórdenes post-traumáticos. En una sociedad como la estadounidense “desquiciada” por un ritmo de vida frenético y una competitividad salvaje, es fácil explicar la proliferación de CBD en forma de spray, gotas, pastillas e incluso supositorios si atendemos a esa fama de relajante con la que se le relaciona.

Y, ¿qué hay de cierto? Pues, empiezan a acumularse estudios en los que se pondría de manifiesto que el aceite de CDB ayuda al menos a rebajar esos niveles de ansiedad. En muchos de estos experimentos es interesante destacar que se enfrentaba a los pacientes a esas situaciones concretas que les generan las crisis y, en un porcentaje muy elevado, superaban estos momentos críticos. Por ejemplo, se comprobaba si el tratamiento con CBD permitía hablar en público a personas que, en circunstancias normales, hubiesen sufrido un severo ataque de ansiedad. También se ha utilizado en soldados que regresaban después de haber intervenido en conflictos armados, un grupo de población en el que el síndrome post-traumático es muy frecuente y en un grado muy severo. Los especialistas que trabajan con los veteranos de guerra suelen usar técnicas que buscan romper la asociación entre los recuerdos traumáticos y el miedo. Con el aceite de CBD han comprobado que esta disociación se produce de forma más rápida.

¿Es seguro el consumo de CBD?

Esta es la otra gran cuestión, que surge tras tener conocimiento precisamente de esos informes y datos sobre la eficacia del cannabidiol. Porque, en lo que hay unanimidad es que se trata de un producto absolutamente inocuo, sin secuelas sobre nuestra salud. Al menos en circunstancias normales, aunque para asegurarte en caso de estar tomando algún tipo de medicación, conviene que avises a tu médico antes de consumirlo.