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Regreso al pasado

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 26 de agosto de 2020, 06:04h

Yo no sé quién se creía que el Partido Popular había tomado aire o le habría sido dado otro aire con la llegada de Pablo Casado (por cierto, aunque exonerado, arrastrará el lastre de sus más y sus menos con sus másteres), desviándolo del camino por cuyos derroteros lo conducía el exPresidente del Gobierno y también del propio PP, Mariano Rajoy Brey, si bien las bravatas insustanciales del elegido no fueron ni son sino ínfulas de un Sastrecillo Valiente, en su lucha contra los Gigantes. Y, desde luego, no solamente se le ha visto el plumero al Sr. Casado, en su insustancialidad o vaciedad de mensajes y contenidos, sino que sus presuntos principios ideológicos parecen haberle llevado, con la mansedumbre propia del Marianismo, a esperar sentado, debajo del árbol, a que la pera, madura por su propia naturaleza e idiosincrasia, le cayera en la cabeza, sin mover un músculo, en la creencia de que todo el monte es orégano. En realidad su falta de firmeza para defender los principios éticos y morales, que el propio Sr. Rajoy Brey, arrumbó, en el rincón del olvido, le hace comparecer ante su principal rival parlamentario, el actual Presidente del Gobierno, a la sazón, el Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón” (un Falcón para él y su señora y otro para su nariz), como un pelele, como una marioneta, en un papel formal a la manera de un guiñol, en el que el propio interfecto parece felicitarse por el cariz de sus intervenciones. Y, aclaro, como no puede ser de otra manera o guisa, el Pseudo-Doctor-Sánchez, que ha aprendido bien la lección de sus trifulcas pasadas, sobre todo en su lucha por renacer de sus cenizas y alcanzar, frente a Susana Díaz, exPresidenta de la Comunidad Autónoma de Andalucía, el puesto de Secretario General del Partido Socialista Obrero Español, y ante la inanidad de la oposición mayoritaria, encarnada por el Partido Popular, se ha convertido en un hueso duro de roer, y casi siempre acaba el mano a mano en una reprimenda y, quizás, también, un cachete, aunque virtual, al líder de la oposición, que parece encantado de haberse conocido y que deambula por el hemiciclo como un pollo sin cabeza, en esa puesta en escena, ridícula y contraproducente, de encarnar lo “políticamente correcto”, aunque para ello haya que tragar sapos y culebras, exhibiendo una imagen de matón, pero sin fuste ni muste, porque para ello hay que valer, es más, hay que nacer valiendo, y el Sr. Casado, que me perdone, pero, en verdad, no encarna el tipo de mantener el tipo, valga la redundancia, por ser todo fachada y no haber nada en el interior, más o menos, en palabras del Evangelio, cuando Jesús se dirigió a los fariseos, tachándolos de sepulcros blanqueados por fuera, pero llenos de podredumbre y miseria por dentro.

Y de esta manera, queriendo dar ejemplo de fortaleza y de ejemplaridad, al no poder poner contra las cuerdas al Pseudo-Doctor-Sánchez, y a toda su cohorte, Gobierno en Pleno, incluido, trata de aparentar esa dureza y roquedad, solidez y firmeza, contra sus propios compañeros de partido, y ejemplo, vivo y recentísimo, lo hemos visto con la destitución, intempestiva, extemporánea y humillante (con ínfulas de líder bananero y totalitario), de la hasta ahora Portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, la única en dicho Partido con unos cojones mayores que los del caballo del Espartero (¡que cómo serían!) para poner cierto coto a los excesos y al descubierto las miserias del Gobierno y del Partido que lo sustenta principalmente, el PSOE, amén de la escoria parlamentaria que lo apoyó en la moción de censura (propiciada, que esto ya es de traca, por el propio exPresidente, Mariano Rajoy), incluido Podemos, partido que ya ha sido confirmado como también de la casta, a raíz de los líos judiciales en los que se halla enredado, desde la tarjeta del teléfono móvil de la protegida de Pablito Iglesias, Dina Bousselham, hasta los pormenores de los desfases contables y el posible apartado en “B”, destapados por su exAsesor y letrado, José-Manuel Calvente, así como por la fiscalización del propio Tribunal de Cuentas. Y es que hay que tener en cuenta que la ya exPortavoz del Grupo Parlamentario Pepero en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, en realidad, era la única voz en el hemiciclo capaz de hacer sonrojar (es un decir, porque sólo se sonroja quien tiene vergüenza torera) a la Vicepresidenta Primera del Gobierno, para más señas, Carmen (a) Calva Poyata (en reconocimiento a su lucha por conseguir feminizar el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española) y al mismísimo Pablito Iglesias, alias “El Jorobado de Notre Dame Español”, o también, “El coletas”, o “El Chepas”, y en un hola y adiós, “El Moñas”, a los que (o para que no se ofenda la Vice-Primera, “a la que y al que”) ponía en jaque en sus intervenciones y les paraba los pies de plomo que quieren presumir tener. A eso se llama coraje, preparación y ser una verdadera Portavoz del Partido que presume de ser liderado por el líder de la oposición, valga, de nuevo, la redundancia. Pero, hete aquí, que un Partido conformado por mediocres, pusilánimes, achantados y acoquinados (siempre dispuesto a no ofender a la Izquierda: ¿no habrá sido el Presidente del Gobierno quien haya instado a Pablo Casado a la defenestración de su portavoz?), no puede soportar que alguno o alguna de sus componentes se salga de la línea de acomplejamiento, cobardía y estulticia, marcada por sus líderes, poniendo blanco sobre negro, llamando a las cosas por su nombre y, sobre todo y por todo, no tragar carros y carretas, no comulgar con ruedas de molino y no creer que los burros vuelan, no ponerse de perfil o canto cuando están en juego el futuro de España y los Españoles. porque al fin y a la postre, esa actitud pasiva, pachanguera y destartalada de hacer oposición, dentro de unos cánones predeterminados, refinados, pulcros y corteses, tal como la del Secretario de Organización del propio Partido Popular, Teodoro García Egea, típico chulo madrileño o andaluz, aunque nacido en Cieza, que no quiere despeinarse porque sufriría su empaque de dandy, acaban dando al traste con el fin perseguido por el principal partido de la oposición. En cualquier caso, duele mucho, y molesta más, oír a una compañera de Partido cantar las verdades del barquero, hablar sin comedimiento ni tapujos no vaya a ser que nos llamen maleducados, y tratar de hacer del Grupo Parlamentario una conjunción de diputados vivos y coleantes, con capacidad y libertad propias para llamar al pan, pan, y al vino, vino, y dejar de lado ese arquetipo de cuerpo inerte, sin sentido, indolente, inmóvil y pasivo, tal cual un ladrillo o adoquín cualquiera, y eso es lo que no se perdona, ni en este partido ni en ningún otro, en el que los representantes electos se presentan como un bloque de hielo, maniatado por la cúpula y convertidos sus miembros en unos tentetiesos, que votarán sí o no o se abstendrán a la orden del superior, aunque tengan que contravenir sus principios morales y de cualquier índole, por lo que el Congreso en vez de estar constituido por 350 diputados, debería estarlo por un reducido número, uno por partido con representación parlamentaria, valiendo el voto de cada cual, tantos como para la totalidad de los diputados se hubieran obtenido en las urnas. Ahorraríamos mogollón de dinero, en un momento en que soltar lastre nos vendría de maravilla para afrentar y afrontar los problemas económicos derivados de la pandemia, que no acaban sino de empezar.

En definitiva, una vez más se ha puesto de relieve el calzonacismo, la cobardía y el dontancredismo que impregna al Partido Popular, esos complejos que le han hecho ser tildados de “maricomplejines”, esa falta de valor para lidiar en un coso tan duro y complejo como el del hemiciclo, en ese retar para salir corriendo, y en esa limitación de hacer oposición con bravatas, bravuconadas, baladronadas y fanfarronadas, con un mensaje aburrido, reiterativo, ramplón, tedioso y simple, que no hacen sino dar alas al contrario y quedar al final, como un fantoche. Parece que el propio Pablo Casado esté encantado con el ninguneo, constante e hiriente, a que le somete el Pseudo-Doctor, renunciando a hacer una oposición clara, consistente, fuerte y sólida, pareciendo, en un ejemplo bíblico más, poner, varapalo tras varapalo, la otra mejilla sin rechistar y dando por buenos los mismos y así un día detrás de otro, lo que no es el camino para alcanzar la meta propuesta, que no es otra que desbancar al Pseudo-Doctor-Sánchez del Palacio de La Moncloa. Dando imagen de un chiquillo quejica enfadado porque el Presidente del Gobierno no lo ha llamado desde el 4 de mayo: ¡Papá el Presidente no me ajunta ni me habla!.

Y, por si fuera poco, los medios de comunicación, pretendidamente afines al centro y, por ende, al Partido Popular, parecieran cómplices alegrándose del cese de la Portavoz: no hay más que ver las portadas de los Diarios del día 18 de este mes y año a que nos referimos para ser conscientes de ello, “Casado fulmina a Álvarez de Toledo” (“El Mundo”), “Casado fulmina a Cayetana…” (“ABC”), o incluso nuestra “Tribuna de Albacete”, “Pablo Casado fulmina a Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso”, pareciendo que estaban deseando tirársele a la yugular. Menos ofensivos lo han sido “El País”: “Casado destituye a Álvarez de Toledo…”, y “La Razón”: “Casado cesa a Álvarez de Toledo por ser solo ‘portavoz de sí misma”. Sin embargo, a Feijóo, ¿por qué se le permitió ocultar las siglas del PP en su última campaña electoral en Galicia?, por algo será.

Y con estos mimbres y mirando para otro lado, para no ofender a la izquierda, por la puerta asoma la moción de censura que el PSOE está pergeñando contra Isabel Díaz Ayuso, Presidenta de la Comunidad de Madrid, con el apoyo de Ciudadanos (a día de hoy poco de fiar) y de Vox, tal como ha apuntado el Secretario General de los Socialistas Madrileños y Delegado del Gobierno en la Comunidad Madrileña, José-Manuel Franco, quien considera mala la gestión de la pandemia en la región y la falta de información a la oposición, PSOE, en este caso, críticas que igual podría dirigir y con más razón contra el Gobierno Central, pero ya sabemos aquel proverbio que dice “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”, o aquel otro según el cual “lo mismo sirve para un roto que para un descosido”. Y esta es una cuestión que se vislumbra seriamente en el horizonte, con una huelga de profesores a la vista organizada por los Sindicatos contra el Gobierno Autonómico de Madrid, viéndoseles el plumero, porque aún no hay directrices sobre cómo comenzar el curso escolar, o sea, en un ponerse la venda antes que recibir la herida. Y es que, aunque republicanos y agnósticos, para la izquierda (remedando a Enrique IV, rey de Francia, para quien “París bien vale una misa”- “Paris vaut bien une messe”): “Madrid bien vale una misa”.

MIGUEL-ÁNGEL VICENTE MARTÍNEZ

26 de Agosto 2.020

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