Juzgan en Albacete a D.C.R., un joven de 23 años, por abusos sexuales a jóvenes menores de 16 años

Un joven albaceteño será juzgado esta próxima semana acusado de contactar varias veces con menores de edad, adolescentes que no tenían todavía 16 años.

Con estos jóvenes entablaba confianza para luego llevarlos a un trastero donde a veces les hacía ver películas pornográficas e, incluso, cometió abusos con algunos de ellos, hechos por los que la Fiscalía pide para él nueve años y ocho meses de prisión.

El juicio se ha programado para el día 9 y el procesado es D.C.R., nacido en 1997, según consta en el escrito de acusación, y que estuvo en prisión provisional por presuntos abusos ocurridos entre 2016 y 2017 y al que la Fiscalía lo considera responsable de un delito de abusos sexuales a menores de 16 años, otro de exhibición de material pornográfico a menores y cuatro más por contactos con menores con fines sexuales por medios telemáticos.

La Fiscalía ha relatado varios episodios distintos por los que acusa a D.C.R., el primero de ellos ocurrido en 2016 cuando contactó con un chico de 13 años que jugaba al fútbol-sala: "El acusado iba a la grada a verlos jugar y entablaba relación con éste y otros menores". En junio de 2017, cuando el acusado tenía 20 años y el menor 14, "retomaron la relación" y le recogía a él y a otros amigos en su coche para llevarlos a un trastero "a fumar cachimba o tabaco" y a jugar videojuegos.

En este caso, el fiscal señala que el acusado escribió un mensaje en el que propuso al menor "hacer un trío con una chica". A otro adolescente de 15 año, en noviembre de 2017, también le propuso en mensajes en redes sociales hacer un trío y masturbarse mutuamente, aunque "el menor fue dando largas en todo momento y no llegó a quedar a solas con él", ha ampliado.

En otro episodio con otro menor, en el verano de 2016, la Fiscalía detalla que "enviaba numerosos mensajes de carácter sexual" hasta que en octubre de 2017, en el mismo trastero de D.C.R., "propuso al menor masturbarle", a la que accedió "ante el temor de que si no lo hacía no le dejaría salir de allí".

El acusado aparece en otro caso en el que contactó con menores a los que llevaba al trastero y "hablaba insistentemente de temas sexuales e, incluso, en ocasiones se quitaba a ropa". La madre de uno de los chicos fue la que descubrió los mensajes de D.C.R. hacia su hijo y acudió al trastero para llevárselo de allí, refiere la acusación pública, quien añade que "en varias de las ocasiones en las que el acusado estuvo con menores en el trastero les ponía películas pornográficas que veían todos juntos”.

El fiscal, que asegura que en todo momento el acusado "era consciente" de la edad de los menores y que no tenían 16 años, pide cuatro años de cárcel por el delito de abuso sexual, un año por el de exhibición de material pornográfico a menores y otros cuatro años y ocho meses por los cuatro delitos de contacto con menores con fines sexuales por medios telemáticos.

También propone que, en caso de condena, D.C.R. no pueda acercarse a las víctimas, cumpla ocho años de libertad vigilada y que indemnice a los menores "por los perjuicios morales causados".