El PSOE de Albacete aboga por escuchar a los ciudadanos y facilitar que se pronuncien sobre el modelo de estado

Esta mañana tuvo lugar en el Ayuntamiento de Albacete un Pleno Extraordinario, a petición de los grupos municipales del PSOE e IU, en relación al modelo de Jefatura del Estado y la posibilidad de ofrecer a la ciudadanía la opción de pronunciarse en relación a este aspecto a través de un referéndum.

Posibilidad que fue desestimada, porque Carmen Bayod y sus concejales hicieron valer su mayoría y rechazaron la propuesta, que también contemplaba otros aspectos, tal y como expuso el portavoz del Grupo Socialistas, Antonio Martínez, como que se reforme la Constitución para blindar la Sanidad, la Educación y las prestaciones sociales, como derechos inalienables de los ciudadanos, o en el sentido de que las leyes electorales no puedan ser modificadas al arbitrio del partido en el gobierno, con fines partidistas.

Durante su intervención, el portavoz socialista, Antonio Martínez, aludió a la intervención de Felipe VI, el pasado 19 de Junio, en su discurso de proclamación como Rey de España, en la que expresó su “voluntad para ser un Rey que está dispuesto a escuchar, comprender, advertir y aconsejar”.

Parafraseando al monarca, Antonio Martínez argumentó que si Felipe VI “quiere ser un Jefe de Estado que escuche, y no pongo en duda su afirmación, estará escuchando lo que al menos una parte de la ciudadanía, dice, quiere y reivindica; si también pretende ser un Jefe de Estado que comprende, debe comprender que hay personas que quieren manifestar en las urnas, que tipo de Jefatura de Estado prefieren; si se ha propuesto ser un Jefe de Estado que advierta, debe advertir a quienes le aconsejan que no se puede hacer oídos sordos de forma permanente a quienes piensan distinto de nosotros; y si quiere ser un Jefe de Estado que aconseje, debe aconsejar a quien tenga facultades para ello, que proponga convocar a la ciudadanía para que pueda expresar su parecer”.

En este punto, Antonio Martínez precisó que facultar a la ciudadanía para que pueda expresar su opinión, “no supone ningún ataque a nada, ni a nadie. Es más, constituiría la prueba del nueve de que los resortes constitucionales y democráticos funcionan ante situaciones de especial trascendencia y complejidad, como es la que nos ocupa, porque, en resumidas cuentas, no hay que tener miedo a preguntar a la ciudadanía”.

Antonio Martínez apoyó sus planteamientos en el hecho de que “en la actualidad, existe una importante parte de la ciudadanía que no voto la Constitución. Unos porque no quisieron, los menos; y otros, los más, porque no tenían edad para ello o ni tan siquiera habían nacido. Entiendo que este hecho, por sí solo, no debe conducirnos irremediablemente a una revisión del texto constitucional, como se defiende desde algunos foros, porque de aceptar este axioma, sin más, nos obligaría a revisar cada cierto periodo de tiempo toda nuestra legislación. Y, sinceramente, no creo que esto tenga mucho sentido”.

En este punto, el portavoz municipal del PSOE recordó como “los partidos políticos firmantes del acuerdo constitucional se dejaron muchos pelos en la gatera con tal de alcanzar un acuerdo que satisficiera a todas las partes, procurando que no hubiera vencedores, ni vencidos y renunciando, cada a uno de ellos, a una parte de su propia esencia como partido, con tal de llegar a un acuerdo que supusiera una transición, tan pacífica como modélica, de la dictadura a la democracia”.

Fruto de esas renuncias, prosiguió relatando Antonio Martínez, “pero sobre todo fruto de esos acuerdos, surgió el texto constitucional que nos acompaña desde entonces y que nosotros hemos jurado o prometido acatar cono norma fundamental del Estado”.

No obstante, el edil socialista expuso que “el tiempo pasa, las sociedades, afortunadamente, cambian y evolucionan, y lo que ayer parecía intocable e inalterable, hoy se cuestiona o se modifica. De hecho, nuestra Constitución se ha modificado en dos ocasiones, y las dos veces sin consulta ciudadana. Una en 1992, como consecuencia de la incorporación de España al Tratado de la Unión Europea, y la otra, el 27 de Septiembre de 2011, para modificar el artículo 135, por lo que ya no cabe hablar de nuestra Constitución, sin pecar de ser poco riguroso, como de un texto intocable o inmodificable”.

Martínez prosiguió aseverando que “no hay que tener miedo a preguntar a la ciudadanía. De hecho, tal posibilidad figura en el texto constitucional, como también figura el derecho de la ciudadanía a participar en los asuntos públicos, y que asunto público más importante puede haber que elegir qué tipo de Jefatura del Estado queremos para nuestro país”.

Asimismo, el concejal del PSOE precisó que de misma manera que “no hay que tener miedo a preguntar a la ciudadanía, tampoco hay que hacerlo a empujones y con prisas, sino como fruto de un debate sereno, serio y responsable que finalice en un amplio consenso. Un debate donde se pongan encima de la mesa las bondades y defectos de uno u otro sistema, las consecuencias teóricas y prácticas de una decisión y de la otra, donde conozcamos el procedimiento a seguir en un supuesto y en el otro”.

De hecho, Antonio Martínez parafraseó de nuevo a Felipe VI, para argumentar que “cuando hayamos escuchado de todo y a todos, cuando hayamos comprendido que puede ocurrir el día después de la consulta, cuando hayamos advertido o sido advertidos, de la importancia de la decisión a adoptar y cuando hayamos aconsejado o nos hayamos dejando aconsejar, acerca de la decisión a tomar, será el momento de convocar a la ciudadanía para que manifieste su opinión”.

A juicio de Antonio Martínez, “no hay que tener miedo a preguntar a la ciudadanía, porque además, cada vez que se le consulta nunca se equivoca, aunque el resultado de la consulta nos agrade a unos más que a otros. Ni se equivocó en 1978 cuando eligió lo que eligió, ni se equivoca ahora cuando pide una revisión del texto constitucional, ni se equivocará cuando se le pregunte de nuevo, decida lo que decida”.

Una premisa, no tener miedo a preguntar a la ciudadanía, con la que Antonio Martínez concluyó su intervención, pues “a fin de cuentas, si uno quiere acertar, lo mejor es preguntar a quienes tienen la capacidad indiscutible de quitar y poner gobiernos y de aupar a presidentes, la ciudadanía española, y quién sabe si en un futuro no muy lejano, también tendrá la potestad de votar al Jefe del Estado”.