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Licencia para matar

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 24 de marzo de 2021, 03:33h

Esa es la que tenía el Agente 007, en la película dirigida por John Glen en 1989 e interpretada en el papel estelar por Timothy Dalton, con la finalidad de poder culminar con éxito sus objetivos y, por otra parte, servirle de salvoconducto para regresar sano y salvo a la Central.

Pues bien, ahora resulta que el Parlamento Español reproduce esa Licencia (ya se concedió una, en el Gobierno, también criminal, de José-Luis Rodríguez Zapatero, a través de su entonces Ministra de Sanidad, Bibiana Aído, a cuenta de exterminar a los nasciturus, palabra ésta de exterminio, que era el objetivo del Tercer Reicht, instaurado por Adolf Hitler y sus Gulags o Campos de Concentración, respecto de los judíos, masacrados, tras ignominiosos y salvajes maltratos y torturas, en las cámaras de Gas-Cyclon), ahora, al contrario de aquella, que se aprobó para evitar el nacimiento de seres perfectamente viables y sanos, lo es para matar personas vivas en el ocaso de su vida, a fin de evitar gasto sanitario ( que es el que debería tenerse en cuenta, regulando los cuidados paliativos) y el gasto en pensiones, forma, por tanto, que acaba matando (hablando siempre de muerte), dos pájaros de un tiro. Hay que ser desalmado, sanguinario, cruel, inhumano, pérfido y perverso, para votar a favor de una Ley que se dirige directamente al exterminio de seres humanos, como he dicho anteriormente, en el ocaso de su vida, con la excusa de que se hallan en estado terminal e irreversible para la vida, buscando un consentimiento que, en estas situaciones y circunstancias, siempre estará viciado, cuando no corrompido o prostituido por terceros.

Extraña la prisa y la forma en que se ha llevado a cabo la tramitación de esta diabólica Ley, obviando el debate, en sede parlamentaria, y sin atenerse a ningún dictamen o informe por los órganos competentes al efecto, entre ellos, el Comité de Bioética, y más, en estos momentos de zozobra, ruina y miseria, originados por la pandemia derivada del coronavirus, que ya se ha llevado por delante a más de 100.000 vidas, entre ellas, al menos, 30.000 entre la población jubilada en las residencias de ancianos. Pero pedir escrúpulos, principios, éticos y morales, al Retroprogresista Criminal Gobierno de España, surgido de las sombras y las tinieblas de la Coalición PSOE-Podemos, con el Pseudo-Doctor-Sánchez a la cabeza, alias “Pinochón” (ya saben, un Falcon para él y su señora, y otro, o seguramente ya dos, para sus napias) y Pablito Iglesias, alias, entre otros, “El Jorobado de Notre Dame Español” y, más recientemente, “El Moñas”, es tanto como pedir peras al olmo, pues ya sabemos el fondo criminal, perverso y facineroso, que anida en sus almas, caso de tenerlas. Todo lo cual demuestra que los tan cacareados y aprobados “estados de alarma”, hasta límites insospechados, no tenían ni tienen su razón de ser en luchar contra la pandemia y, a la vez, contra la crisis económica derivada de la misma, sino la búsqueda de tener libres las manos para legislar, vía Decreto-Ley, sobre una infinidad de materias que nada tienen que ver con esa lucha ( la cual, por cierto, ha sido abandonada desde el primer momento por el Ejecutivo Español, en principio con un “laisser faire, laisser passer”, poniendo un títere en escena, cual el denostado, incapaz, mentiroso e inepto, Fernando Simón, mariachi de otro que tal baila o bailaba, el ex-Ministro de Sanidad, Salvador Illa, ¡qué maravilla!, que han contribuido, de una manera directa e inequívoca, al desastre sanitario, por sus erróneas, cuando no conscientes, decisiones, y después, con un lavarse las manos, como se las lavó Poncio Pilatos, cuando dejó en manos de la chusma la decisión de indultar a Jesucristo o a Barrabás, traspasando toda la responsabilidad a las Comunidades Autónomas, en principio, sin medios, personales y materiales, para atajar la erupción del coronavirus, decidido a no dejar piedra sobre piedra, como ocurriera con la del volcán Vesubio, que arrasó Pompeya).

Así, de esta manera y como una norma más, el pasado 18 de este mes y año, se escribió una página negra más de la Historia de España, que deja en mantillas nuestra Leyenda Negra, allende nuestras fronteras, en tiempos de la Colonización de Las Américas, e, incluso, a la propia Inquisición. Ese día, día de fiesta seguramente en el averno, en el mundo de las tinieblas y las sombras, dominado por Lucifer, fue aprobada por mayoría absoluta (202 votos a favor, manchados de sangre, del PSOE, Podemos, BNG, Juntos por Cataluña, Más País, Bildu, PNV, CUP y Ciudadanos) por 141 en contra (PP, VOX, UPN y Foro Asturias), sorprendiendo el voto del PNV, partido que se declara Católico de Misa Diaria, y Ciudadanos, en una vuelta de tuerca más hacia su desaparición como Partido Político, pero ya se sabe, que la pela es la pela, para los aprovechados peneuvistas, que erre que erre, vienen recogiendo las nueces de nogales ajenos y que, a la chita callando, caminan hacia la autodeterminación, sin que nadie en este país, aun hoy, a duras penas, llamado España, mueva un dedo ni frunza una ceja. Y en cuanto, a Ciudadanos, un partido cadáver, desde que pergeñara, junto con el PSOE, una batería de mociones de censura, precisamente en aquellas Comunidades Autónomas en las que gobierna en Coalición con el Partido Popular (Murcia, Madrid, Andalucía y Castilla y León), que les ha acabado explotando en las narices y que, por mucho que el ahora candidato de la formación naranja, como cabeza de lista, a las autonómicas de Madrid, Edmundo Bal, no se canse de denunciar una compra de votos por parte de los populares sobre diputados de Ciudadanos, habría que ponerle de manifiesto que lo vergonzoso, lo abyecto, lo ignominioso, lo indecente, lo indigno, lo inmoral, lo indecoroso, lo ruin, lo vil, lo bochornoso, lo deshonroso y lo despreciable, es romper un pacto firmado, en buena lid, en su día, para acordar el Gobierno de Populares y de Naranjas, sin que, por nimios incumplimientos o corruptelas (que como muy bien espetó, el ex presidente de la Comunidad de Madrid con el PSOE, Joaquín Leguina, a la propia Inés Arrimadas, en la COPE, ante Carlos Herrera: “La corrupción la definen las sentencias firmes de los jueces. ¡Ni los políticos, ni los medios! ¡Está claro! ¡Y no hay ninguna sentencia!”, dejando, como no podía ser de otra manera, estupefacta a Sor Inés, que ha dejado a su Partido en proceso o estado de descomposición, arrimando, una vez más, el ascua a la sardina del Peudo-Doctor-Sánchez, en un triple salto mortal y sin red, un bandazo más a sumar a los anteriores, que denota una sumisión al Presidente del Retroprogresista Criminal Gobierno de España, que la deja retratada y al borde del precipicio, en una actitud lacayuna impropia de una líder de un Partido Político, que deja en el aire la pregunta de ¿qué es lo que busca o qué lo que pretende?, haciéndose cómplice de los dicterios del dicho Gobierno, que como estamos comprobando, un día sí y otro también, está conduciendo a España y a los Españoles hacia la ruina, la miseria y la pobreza, amén de hacia la muerte, sea por causa del coronavirus y, ahora, sea por causa de la Ley de Eutanasia.

Una vez más, se ha legislado en contra de la vida, se ha legislado en favor de matar y asesinar a seres indefensos, puesto que por mucho que se exijan requisitos, que serán inasumibles por los interfectos, acabará convirtiéndose esta ley en un trágala, tal como ha ocurrido con la Ley del Aborto. Barra libre para extinguir y exterminar a las nasciturus y barra libre para matar y asesinar a quienes tuvieron la suerte de escapar del genocidio uterino, pero que caerán en el ocaso de su vida. Ahorro puro y duro, como hemos expuesto anteriormente, en gasto sanitario (no hay que preocuparse por el elevado coste de los cuidados paliativos) y en gasto en pensiones. Una carambola a tres bandas para el Gobierno de Coalición.

Dramático es que, ante la situación de crisis sanitaria, social y económica, desatadas por la pandemia del coronavirus, en vez de poner todos sus esfuerzos y medios para tratar de atajar este holocausto, nuestros legisladores, propiciado por el Retroprogresista Criminal Gobierno de España, se dedique a aprobar, vía exprés, sin diálogo alguno, una ley que atenta contra al primero y más fundamental derecho Humano, cual es el derecho a la vida, del que se predica todos los demás. Y prueba de esa carencia de escrúpulos, de conciencia, de moral y de ética, fue la ovación cerrada (que en títeres y marionetas se han convertido los diputados que sostienen a este Criminal Gobierno), que desplegaron tras el recuento de votos, dando saltos de alegría, como si se tratara de un espectáculo circense o teatral, lo que no es sino un aquelarre de muerte y miseria. Y lamentable es que España (que no destaca en nada positivo) destaque en el ranking de la maldad, al ocupar el sexto o séptimo puesto como país que adopta una ley de esta naturaleza, propiciando una muerte, que será ejecutada por una horda de siniestros sanitarios, falsarios respecto de su juramento hipocrático de salvaguardar, en la medida de lo posible, la vida y la salud de sus conciudadanos. Mas ya sabemos, que, como en Botica, haber, hay de todo, y que la maldad anida en muchos corazones de nuestros semejantes, que se regodean en el mal ajeno. E ignora toda esta caterva y patulea de sinvergüenzas y gentuza, que a cada cerdo le llega su San Martín, y que, más temprano que tarde, les llegará la hora y no los salvará ni Lucifer. ¡Qué Dios les pille confesados y les perdone (si es posible) estos crímenes, que en aras de la progresía, se vienen cometiendo al inicio de una vida (sobre los nasciturus) y al final de la misma (sobre los jubilados y dependientes)!. Que así, sea.

MIGUEL ÁNGEL VICENTE MARTÍNEZ

24 de marzo de 2021

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