Pablo Cagado

Quizás, de esta guisa, habría que llamar al líder de la oposición, Pablo Casado, y Presidente del Partido Popular, que, por mucho que se canse de proclamar a los cuatro vientos que no formó parte de la antigua guardia del Partido, en tiempos de otro “cagado”, Mariano Rajoy Brey, sí que estuvo allí, y parte del lustre maloliente de los trapicheos habidos en la Sede de Génova, le ha salpicado y por mucho que intente lavar los trapos sucios con Calgón, es indudable que la pestilencia y la mugre de aquéllos no los va a poder limpiar, y mucho menos, dejarlos como una patena, como vulgarmente se dice, en relación con el platillo de oro o plata o, simplemente, dorado, sobre el que se deposita la hostia durante una cierta parte de la Misa, ni tampoco limpios de polvo y paja, pues cierto es que hizo su cursillo de becario bajo la batuta del Registrador de la Propiedad, que cedió el poder de una forma escandalosa al Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón” (por aquello de un Falcón para él y su señora y otro, o, más bien, dos o tres, para sus napias), ítem más, creció a la sombra del gallego, y querer negar al padre (de tal palo, tal astilla), a la manera como San Pedro negó tres veces a Cristo, cuando le prendieron para juzgarlo y, posteriormente, condenarlo a muerte, crucificado en La Cruz, es poco menos que ponerse en evidencia y dejar a las claras que quien huye de algo y lo demoniza, quitándose de encima el polvo que tomó aposento sobre los hombros de su chaqueta, en realidad, está dando a entender que algo tiene o tuvo que ver en aquellos nefastos desaguisados. Quizás, una prueba de ello fuera la alegría, con saltos y abrazos por doquier, a la manera como hace un jugador de fútbol cuando mete un gol, lo vimos con la resolución del Tribunal Supremo que determinó que en sus másteres no había habido plagio, porque la respuesta a la misma no es dar alaridos de alborozo, sino simplemente, sin alharacas, darse por satisfecho, añadiendo, “como no podía ser de otra forma”, dada la impoluta legalidad de aquéllos títulos.

Por eso la actual versión ante las vistas que se están ventilando en los Tribunales, por hechos de corrupción y otras causas, no pueden ser cortadas con un bisturí y trazar la raya tajante, sobre un antes y un después, sobre todo si del antes se formó parte, por lo que, ante tales hechos, hay que considerar una aberración la propuesta que dio para tratar de desmarcarse de ese antes, de vender la sede de Génova y trasladarse a un sitio más discreto, lo que da que pensar acerca del criminal que quiere tapar las huellas de su crimen, abandonando el lugar donde delinquió y asomando la cabeza en otro de nuevo cuño, porque el germen no se extingue con ese cambio y mucho menos el virus que lo atrapó.

Pues, bien, esas muestras de flaqueza y de falta de liderazgo que asoman, como un balcón abierto, en el líder del PP, aun desmarcado de todo su pasado, lo vemos y contemplamos, amén de comprobarlo, con sus actos, algunos de los cuales le delatan y nos conducen a la idea de que nos hallamos ante un Mariano Rajoy Brey Bis, aunque aquél con más agenda de bravatas y ya se sabe que según el refranero español, tan certero, como siempre, a la vez, tan puñetero, “por la boca muere el pez” (que advierte del daño, a menudo, irreparable, que al indiscreto suele acarrearle su incontinencia verbal, tal como lo menciona Miguel Delibes en “Diario de un emigrante”) o aquel otro que sanciona “por el olfato se adivina el plato” (que alude a que en muchas ocasiones basta con conocer alguna pequeña parte de algo para saber con certeza lo que acabaremos encontrando, según pone de manifiesto Luis Junceda, en el Diccionario de Refranes, Dichos y Proverbios, de Espasa) y que tal como a aquél le llegó la oportunidad de ocupar La Moncloa, a la tercera, que dicen que a ésta va la vencida, en un símil a esperar tumbado bajo la sombra de una higuera, a que de ésta, le caiga la breva, sin remedio, por madura, que es, a la postre, la única manera que parece tener a mano este “sastrecillo valiente” para tocar pelo y poder dormir en La Moncloa, si no cambia la partitura de su concierto y se faja, metiéndose en harina (o sea, trabajando a fondo), haciendo una oposición armónica y trabada, con un programa creíble, ambicioso, realista y con la vista puesta en avanzar hacia un verdadero y estable estado de bienestar para el conjunto de la Nación, en el que primen el interés público y el bien común y entendiéndose y pactando, fundamentalmente con el Partido que ya le está ayudando a gobernar en Andalucía, Castilla y León y Madrid, amén de innumerables Ayuntamientos, empezando por el de la Capital de España, hablamos de VOX, dejando de morder la mano de quien le da de comer, que cumpliendo también un refrán más “Perro ladrador, poco mordedor”, bien parece que deja las mordidas y los bocados para quien, como hemos dicho, le da de comer y le apoya en las instituciones antedichas para gobernar, y deja los parabienes, el lamido y la sonrisa, precisamente, para quien, desde el Consejo de Ministros y con él a la cabeza, el Pseudo-Doctor-Sánchez, aliado con la escoria parlamentaria, no tiene otro objetivo, que destruir España y hundirla, a la manera como se hundió el Titanic, en 1.912, amén de esclavizar al pueblo español, bajo la dictadura de una República bananera, tipo la Venezuela de Maduro, la Bolivia de Evo Morales, la Cuba de Los Castro, y, ¿por qué no?, la Corea del Norte, de Kim-Jhong Un, y que ya va corroyendo los cimientos de la Monarquía Parlamentaria, que, como forma política del Estado Español, consagra el artículo 1.3 de la Constitución Española de 1.978, ninguneando al Monarca Español, Felipe VI, mandándolo a hacer acto de presencia, donde quizás, no conviniera, tal como ha ocurrido en la reciente toma de posesión del Presidente Peruano Pedro Castillo, que lanzó una afrenta a nuestro Rey, mofándose en su cara, al proclamar que los antepasados de los actuales peruanos vivieron durante cuatro milenios y medio “en armonía”, hasta que “llegaron los hombres de Castilla, que con la ayuda de múltiples felipillos”, les conquistaron, y como expresa en su editorial el Diario “El Mundo” (al parecer el único que se ha hecho eco de este suceso), del día 31 de Julio pasado, “Felipillo fue el intérprete indio que acompañó a Pizarro y Almagro en la conquista de Perú y Chile, pero a nadie le pasó desapercibida la mofa que Castillo lanzaba al Rey aprovechando la coincidencia del nombre”, sin que se conozca réplica o queja alguna por este desplante del nuevo Ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que guardó silencio, como si le hubieran comido la lengua.

Y es que, el hombre, es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, cuando no son tres o más, y las bravatas del líder de la oposición, prometiendo que de llegar al poder derogará tal y cual ley o las modificará, recuerdan las mismas bravatas de su antecesor, Mariano Rajoy Brey, sí, aquél que en el programa de las elecciones que, finalmente, ganó (más por hartura y empacho de José-Luis Rodríguez Zapatero, que por méritos propios) prometió bajar los impuestos, derogar la ley del aborto, dejar fumar en compartimentos estancos dentro de los bares, que los miembros del Consejo General del Poder Judicial fueran nombrados mayoritariamente por los propios jueces, etc., etc., y lo que hizo fue todo lo contrario, en unos casos, y, en otros, no hacer nada, teniendo por aquél entonces una mayoría absolutísima y el Gobierno de casi todas las Comunidades Autónomas.

Y ese cagarse en los pantalones, de nuestro flamante líder de la oposición (que más que de la oposición al Gobierno, lo es de la oposición a VOX, a cuyo Presidente, Santiago Abascal, le tiene una inquina inexplicable, rayana en unos celos de baja estofa), ya lo pudimos comprobar, con la destitución, como Portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo (la única, con cojones, para hacer callar al entonces Vicepresidente Primero, Pablito Iglesias, alias, entre otros, “El Jorobado de Notre Dame Español”, con agallas para cantar las verdades del barquero), quizás por imperativo del propio Presidente del Gobierno.

Y la reciente bajada, la producida ante la declaración de “persona no grata” de Santiago Abascal, por la Asamblea de Ceuta, gracias a la abstención del Presidente de la ciudad autónoma, Juan-José Vivas, del PP, y sus secuaces, hecho indigno, repito, y digno, valga la redundancia, del mayor reproche, por infame, depravado, perverso, abyecto, despreciable y miserable, contestado inmediatamente por Cayetana Álvarez de Toledo al tildar la abstención de sus compañeros de Partido en la Asamblea de Ceuta de “recurso sórdido” y de “un disparate estratégico”.

Y si retrocedemos en el tiempo, llegamos a la Moción de Censura que presentó, en su día, el Partido de Abascal contra el Pseudo-Doctor-Sánchez, en cuya intervención, se ganó con todas las de la ley, Pablo Casado, el pasar a ser Pablo Cagado, cuando éste arremetió contra Abascal y no contra quien debía, que era con quien en ese momento moraba en La Moncloa, hasta el punto de cómo se tiró al degüello del Presidente de VOX, que recibió la felicitación expresa de Pablito Iglesias, lo que demostró, una vez más, su cobardía y el calificativo del Partido Popular, en cuanto a sus miembros, de “maricomplejines”. La cagó y bien cagada la dejó.

MIGUEL ÁNGEL VICENTE MARTÍNEZ

11 de agosto de 2.021