del estadio Carlos Belmonte terminan enfadados y malhumorados porque tienen que estar demasiado tiempo en la cola porque se tarda mucho en avanzar.
Es cierto que habías colas en la tarde del viernes y que lo normal es esperar un poco, pero no lo es que haya varias ventanillas abiertas y una sola persona para vender las entradas. Es lo que pasó en algunos momentos de la tarde.
Los aficionados, que encima iba a pagar su entrada, terminaron enfadados y diciendo de todo.
No es la primera vez, ya ha pasado otra vez y también cuando se abren las taquillas para los partidos. En algunos amistosos de pretemporada habían pasado 20 minutos y todavía estaban vendiendo entradas a gente que se puso en la cola un rato antes de comenzar el partido.
Las cosas van bien y todo pasa, pero no debería el Albacete seguir con esa forma de vender sus entradas. Igual tener a más personas en las taquillas no es tan mala idea. Quizá es mejor abrir en horario más reducido pero con menos personal que muchas horas con poco personal y provocando el enfado de los seguidores blancos.