www.albaceteabierto.es

Digo Sí

Por Modesto Belinchón
jueves 06 de noviembre de 2014, 12:59h
Modesto Belinchón
Modesto Belinchón

Desde el pasado viernes, cuando hice pública mi decisión de concurrir al proceso de primarias del PSOE de Albacete para convertirme en candidato a la Alcaldía de la ciudad, amigos, allegados e, incluso, vecinos y vecinas de esta ciudad,  tras darme la enhorabuena por esta decisión me preguntan qué me ha llevado a embarcarme en este reto, en un momento tan complicado como en el que nos encontramos.

También es pregunta recurrente en las diferentes entrevistas que he mantenido durante los últimos días con medios de comunicación y he de decir, en primer lugar, que no ha sido una decisión sencilla, porque soy consciente que optar a la Alcaldía de una ciudad como Albacete determina en gran medida tu vida, porque asumes la posibilidad de tener que gestionar un Ayuntamiento que tiene la responsabilidad de garantizar derechos, servicios y el bienestar de nada menos que casi 200.000 personas, con lo que ello conlleva.

Decía que no ha sido una decisión fácil, porque soy consciente que no solo condicionará mi vida sino también la de mi entorno familiar y profesional, porque en Albacete han transcurrido mis 46 años de vida, aquí crecen y estudian mis hijos, aquí voy al médico y tengo meridianamente claro que de la misma forma que he estado vinculado a Albacete todo mi vida lo seguiré estando el resto de mis días. He crecido con esta ciudad, he pasado de una infancia en calles de tierra y descampados en Pedro Lamata, a un paseo de la circunvalación que ha cohexionado nuestra ciudad. Y todo ese trayecto se ha realizado consolidando derechos, dignidad ciudadana e igualdad

Y es que en la política local, no se te juzga cada cuatro años, se te juzga cada día, por tus amigos, los de verdad, por tus adversarios, por la gente que te encuentras por la calle, en la tienda, cuando dejas o recojes a tus hijos, en el supermercado, en la farmacia… En fin, a cada paso que damos. Y eso tiene mucho de verdad, porque solamente desde esa verdad, de la que te dicen en la calle, es desde la que se puede hacer una lectura real de la vida de la gente.

En esta situación surgen apoyos y detractores, quienes ven tus virtudes y quienes destacan tus defectos, pero  todos te van situando objetivamente ante ti mismo, descubriéndote nuevos motivos y grandes dudas que te vas planteando en cada paso de este camino.

Pero ésta es una decisión que he tomado desde la ilusión y la responsabilidad, con el apoyo de mi familia y mis amigos, que compartí antes de hacerla pública con mis compañeros en la Ejecutiva Local del PSOE, que también me expresaron su respaldo, desde la certeza que podemos presentar un proyecto capaz de suscitar la ilusión de la ciudadanía, a la que, una vez concluido el proceso de primarias, yo o cualquier otro compañero que tome  la decisión de concurrir a ellas, tendremos el difícil reto de recuperar su confianza, porque los ciudadanos, no sin motivos, encuentran pocas razones para la esperanza en la situación actual.

Los graves casos de corrupción que abren cada día las portadas de los diarios o los informativos de radio y televisión han llegado a cuestionar nuestras instituciones e incluso la capacidad de nuestro sistema democrático para hacerles frente.

A ello se suma que la ciudadanía asiste indignada a como sus  problemas y necesidades más urgentes se supeditan a otros intereses, o incluso se abandonan

En este contexto, anunciar que deseas concurrir a un proceso del que saldrá la candidatura del PSOE a la Alcaldía de tu ciudad, es una decisión difícil, pero que tomo consciente de esta realidad y con dos compromisos muy claros: Una promesa adquirida con la sociedad equivale a un contrato irrenunciable. Es decir, si primero mis compañeros del PSOE de Albacete me dan su apoyo y, después, la ciudadanía su confianza para convertirme en alcalde de la ciudad, una promesa mía incumplida equivaldrá a mi renuncia automática. No me tendrá que echar nadie, porque seré yo el que me vaya, aquí y así queda escrito, pues habré demostrado mi incapacidad para llevar a la práctica mis promesas, o lo que es aún más grave, que he mentido deliberadamente a los vecinos y vecinas de esta ciudad, como ha ocurrido y, lamentablemente, sigue ocurriendo, durante los últimos tres años en esta ciudad.

Y este debería ser un compromiso que asumiera cualquiera que aspire a representar a esta ciudad, porque o tenemos claro que esto debe ser así, que las promesas están para cumplirlas y si no somos capaces de hacerlo lo mejor que podemos hacer es recoger y marcharnos, o serán los ciudadanos los que, con toda la razón del mundo, nos echen y, además, lo harán a ‘gorrazos’.

Mi segunda convicción es que la corrupción política no admite más actitud que tolerancia cero. El corrupto debe devolver hasta el último euro robado a todos y saldar su deuda con la sociedad en la cárcel. Sin mas adornos, sin mas distracciones, sin matices.

Con estos planteamientos concurro a las primarias de los socialistas albaceteños, desde el máximo respeto a los compañeros y compañeras que puedan concurrir en estos días y con el sincero deseo que algún compañero más se sume a este proceso, porque la participación y la posibilidad de contrastar ideas y proyectos nos enriquecen y confieren carta de naturaleza a un proceso de primarias, que deberían ser el foro idóneo en que las personas que compartimos unos principios ideológicos podamos debatir matices y aportaciones, con el objetivo de presentar el mejor proyecto posible de gobierno a nuestras vecinas y vecinos.

Si somos más aportando ideas, también somos más sumando nuestras voluntades para hacer realidad un proyecto que nos permita mejorar las oportunidades y la calidad de vida en Albacete, la ciudad en la que vivimos y en la que creemos.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios