www.albaceteabierto.es

Nuestro Muro de la Vergüenza. Nuestras Castas

Por Miguel López Valles
domingo 04 de enero de 2015, 11:54h
Miguel López Valles
Miguel López Valles

Hace un par de días entramos en el que se dice que será el año de la recuperación de nuestra economía (la de algunos), y yo quiero pensar en los más desamparados, los más débiles, los que están al otro lado de nuestro Muro de la Vergüenza, los oprimidos.

No hace falta retroceder demasiado en el tiempo para recordar cómo, una vez acabada la II Guerra Mundial, la desconfianza de los aliados entre sí -los americanos, franceses e ingleses temían al comunismo y los rusos al capitalismo- motivó la creación en 1.949 de las dos alemanias.

A partir de ahí el sistema soviético se deterioró progresivamente y más de tres millones de alemanes orientales de los más altos perfiles sociales abrazaron el capitalismo huyendo hacia occidente. Como consecuencia de ello, el 12 de agosto de 1.961 se levantan 155 km. de alambrada que con el tiempo se convierte en un muro de entre 3,5 y 4 metros de altura reforzado con cables de acero, una superficie esférica arriba para impedir el agarre, así como fosos, carreteras adyacentes para la vigilancia militar, focos, torres de vigía, armas automáticas, alarmas, patrullas con perros, etc.

Veintiocho años de vida tuvo el llamado desde occidente Muro de la Vergüenza (hasta el 9 de noviembre de 1.989) durante los cuales -según fuentes periodísticas españolas- más de 100.000 personas intentaron cruzarlo, consiguiendo hacerlo unas 40.000 y dejándose la vida en el intento alrededor de 600. Todos los que lo intentaban, desde occidente eran vistos como héroes, siendo muy difundidos –hasta cinematográficamente- los sistemas utilizados para pasar de un lado al otro.

Otro despropósito acude a mi cabeza cuando pienso en la injusticia con la que a veces somos capaces de convivir los humanos. Se trata del sistema de castas de la India, y más concretamente la casta de los Dalit o Intocables (en realidad, los aplastados, pisoteados y oprimidos).

Una casta no es ni más ni menos que un grupo humano endógamo; es heredada y no hay matrimonios posibles con los pertenecientes a las demás. Para que veamos los grupos que se escudan tras cada una de ellas, vamos a enumerarlas: los Brahmanes son los sacerdotes y los estudiosos; los Chatrias son los guerreros; los Vaisias, los comerciantes; los Sudras,  los siervos, obreros y campesinos; y los citados Dalit, los que se dedican a las labores de limpieza, retirada de cadáveres de animales, curtido del cuero y otras lindezas.

Y ahora, volvamos al occidente actual y comprobaremos que existen aún varios Muros de la Vergüenza y uno de ellos está en la frontera sur de Europa, aquí en España (Ceuta y Melilla). Mide un total de 20 Km de longitud y hasta 6 metros de altura. Fue construido en los años 90, poco después de la caída del Muro de Berlín y está provisto de cámaras infrarrojas, sistemas que impiden el uso de escaleras y trata de impedir –con responsabilidad española y europea- que accedan a occidente los subsaharianos que lo intenten.

Mas en esta ocasión no son considerados héroes como los alemanes de la RDA ya que son seres humanos que provienen de países con una renta per capita anual de 1.500 € (la media mundial es de 7.200 €), una esperanza de vida de 50 años (82 años en España en 2.014), una alfabetización aproximada del 60% y una escolarización del 50%.

Por si fuera poco, muchos de ellos vienen huyendo de conflictos bélicos provocados -con frecuencia- por intereses espurios de las economías del llamado primer mundo. Además su destino final suele ser Francia, Alemania y los Países Bajos.

Mi opinión es que hay que mirar esa frontera –nuestra frontera- desde la óptica de los derechos humanos como reclaman muchas asociaciones dedicadas al apoyo a todos estos “parias”, y no desde la contención y la represión que tristemente desemboca demasiadas veces en una “ruta de la muerte” que está convirtiendo el Mare Nostrum en un gran cementerio de injusticia.

Ese es nuestro Muro de la Vergüenza, y quienes intentan cruzarlo nuestra casta de Dalit “intocables”.

Albacete, 4 de Enero de 2.015.

Miguel López Valles.

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios