He de decir que hacía años que no tenía noticias de Faustino López y la que he recibido hoy, desde la Asociación de la Prensa, no ha podido ser peor.
Puedo decir con mucho orgullo que Faustino fue compañero en la redacción del diario La Verdad de Albacete durante muchos años. Excelente profesional y buena gente. Un referente profesional al que agradeceré siempre el simple hecho de haber podido trabajar junto a él. Para mí fue un ejemplo de profesional de los pies a la cabeza.
Quienes lo conocíamos sabemos que Faustino era trabajador y leal. No puedo decir que cultivásemos una gran amistad, me parece que ni él ni yo somos personas especialmente abiertas a grandes amistades fuera de nuestros círculos más directos, pero sí había un vínculo especial. Ese vínculo de una persona joven que llega a una redacción pequeña y se siente muy bien acogido, que se encuentra como si siempre hubiera estado allí.
Faustino, como Sánchez de la Rosa, Paco Alarcón, José Luis, José Antonio Domingo, Ángel Cuevas, Chopi o Román, formaron parte de mi vida durante muchos años y siempre seguirán estando ahí. Desgraciadamente algunos ya no están con nosotros y a esta lista se ha unido ahora Faustino.
Sé que hoy la tristeza que siento también la tienen otros compañeros de redacción, los de entonces y los que fueron pasando después, y aquellos que fueron parte de la familia de La Verdad también en la provincia. Otra buena persona como Paco Simón estaría hoy también muy triste por la desaparición de Faustino, como lo está Emilio Sánchez.
Se nos ha ido un gran compañero, ejemplo de profesional, al que seguramente no siempre trataron como debían desde la dirección del periódico. Se nos ha ido una buena persona. Al menos, más allá de los problemas que siempre da la vida, sé que pudo disfrutar unos años felizmente junto a su familia cuando dejó la redacción y decidió disfrutar en su retiro del Cabo de Palos.
Descansa en paz.