Villamalea cierra 2016 con satisfacción por la celebración de los 500 años de su fundación como concejo rural

bajo la jurisdicción de la villa de Jorquera.

Durante todo el año 2016 se han celebrado decenas de actos conmemorativos de estos quinientos años: literarios, musicales, teatrales, deportivos, lúdicos, institucionales, una  recreación histórica con mercado medieval, un programa de Radio Nacional de España, de difusión nacional, emitido desde Villamalea, proyección de películas históricas, recuperación de danzas autócnonas, la matanza tradicional del gorrino y la “fritá”, el embotellado y etiquetado especial de una selección de los excelentes vinos que producen las dos cooperativas del pueblo, la publicación de documentos históricos, etc.

Todo ello ha sido posible gracias a la colaboración de la Diputación Provincial de Albacete, del Instituto de Estudios Albacetenses, del Ayuntamiento y sobre todo gracias a la implicación y colaboración de las entidades, asociaciones, colectivos y muchas personas de Villamalea que de forma unitaria y altruista han hecho posible esta celebración.

Con la recuperada danza aguilandera de “Los Locos”, interpretada por las calles del pueblo y en la plaza de la iglesia, el pasado 25 de diciembre, Villamalea dió por finalizados los actos de celebración de lo que hace quinientos años fué su fundación como un pequeño concejo rural.

En la primavera de 2017 se presentará un libro sobre Villamalea, coordinado por el historiador D. José Cano Valero y editado por el Instituto de Estudios Albacetenses, en el que han colaborado numerosos especialistas de distintas áreas, para ofrecer una importante miscelánea de este pueblo emprendedor,  trabajador y hospitalario donde los haya.

Recordaremos que en 1516 el interés del segundo marqués de Villena, Diego López Pacheco y Portocarrero, por repoblar las tierras del llano de la actual comarca de La Manchuela, para obtener un mayor rendimiento económico, hace que se establezca un acuerdo a través de sus representantes y unas decenas de labriegos que vivían en casas diseminadas.

Por esta concordia, los pequeños campesinos y ganaderos del lugar se ven obligados a pagar al marqués nuevos impuestos, a cambio el señor feudal se compromete a dotarles de un pozo de agua manantial, construir una casa de Concejo, otra que sirva de Tercia (lugar donde los campesinos han de llevar la tercera parte que le corresponde al marqués del diezmo de la cosecha de cereales ), un pilar en la fuente de las canalejas y una pequeña iglesia dotada de algunos objetos y vestimentas para el culto religioso.

El marqués les reparte algunos bancales de tierras eriales para cultivar después de roturarlas y les permite, también, que los ganados puedan pastar en sus dehesas, dispongan del suelo necesario para que quienes vengan a vivir se construyan sus “casas”, les dota de ordenanzas y que se determinen a suertes dos alcaldes pedáneos, que puedan juzgar hasta doscientos maravedíes, dos regidores, un alguacil y un jurado.

De este modo comienza un proceso de repoblación, que tras quinientos años de historia y con el trabajo y esfuerzo de sus gentes, hacen que hoy Villamalea sea un pueblo próspero de la provincia de Albacete, con más de cuatro mil habitantes en el que se ha ido tejiendo un modelo de desarrollo económico basado fundamentalmente en el cooperativismo, que le hace destacar en Castilla La Mancha y en el conjunto de España, como un modelo a seguir.