por los presuntos tocamientos que le realizó en dos ocasiones cuando dormían en la misma cama, en el domicilio del procesado.
Los hechos denunciados ocurrieron en abril de 2015, cuando el progenitor contaba con 43 años, según figura en el escrito de acusación de la Fiscalía.
La acusación pública indica que el primer episodio de tocamientos habría ocurrido el 18 de abril de 2015, cuando la menor pernoctaba en casa de su padre.
La Fiscalía dice que "con ánimo libidinoso", y mientras compartían cama, se acercó a la niña y "comenzó a tocarle" en los genitales por encima del pijama, pero cuando la menor se dio cuenta de lo que pasaba "apartó la mano" de su padre, que después "repitió la acción con idéntico ánimo", rechazándolo de nuevo la niña.
Aproximadamente pasada una semana, se repitieron los tocamientos "por encima del pijama" de la menor, indica la acusación en su escrito provisional, donde se recoge que los hechos constituirían dos delitos de abuso sexual a un menor de 13 años.
La Fiscalía propone una condena de 10 años de cárcel para el progenitor, cinco por cada delito, más seis años de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, y 10 años de incomunicación y alejamiento hacia la menor.
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