Según ha informado hoy en una nota de prensa la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, la detención se produjo en la madrugada del pasado lunes, después de que sonara la alarma del local, en el que los ladrones no pudieron consumar el robo.
Cuando los agentes llegaron al establecimiento, comprobaron que tenía la luna fracturada y daños en la persiana metálica y observaron que había marcas de neumáticos en el suelo y una señal rota.
Al tiempo, se recibieron varias llamadas de vecinos del barrio de Santa María de Benquerencia que alertaban que cuatro varones jóvenes se habían refugiado en un edificio, tras abandonar un vehículo que había tenido un reventón en una rueda cuando circulaba por la calle río Estenilla.
Tres de ellos fueron localizados en la azotea de un edificio ubicado en la calle río Alberche, a la cual habían accedido después de causar daños la puerta que conecta con el tejado.
En el momento de ser detenidos, los jóvenes portaban consigo numerosas herramientas habituales en la comisión de robos con fuerza, entre ellas un extractor de bombines, llaves de tuercas y levas, tornillería varia, guantes etc.
Los tres arrestados son residentes en Madrid y tienen antecedentes por delitos contra el patrimonio.
Los investigadores sospechan que los detenidos están implicados en un robo que sufrió el mismo local a finales de julio, al que lograron acceder después de forzar la persiana metálica y sacarla de las guías laterales y sustraer efectos por valor de 26.000 euros.
Después de ese robo, el negocio fue sido reforzado con medidas adicionales de seguridad, que según la hipótesis policial, habrían pillado por sorpresa a los detenidos, que tuvieron que improvisar el alunizaje fallido.
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