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El Ayuntamiento de Albacete reducirá la velocidad dentro de la ciudad con el único interés de aumentar su recaudación

El Ayuntamiento de Albacete reducirá la velocidad dentro de la ciudad con el único interés de aumentar su recaudación
lunes 12 de enero de 2015, 09:03h

Albacete verá reducida la velocidad máxima en sus calles a 30 km/h.

Esa es la idea del Ayuntamiento de Albacete de la alcaldesa Bayod y su equipo de gobierno del PP. Sin estudio previo, sin apoyo de colectivos (sólo cuentan con el silencio de los ‘seguidistas’ del poder), sin acuerdo de grupos políticos o asociaciones y lo que es peor, sin lógica, los responsables municipales del área, encabezados por su concejal Francisco Navarro y por extensión por la alcaldesa Bayod, han decidido que Albacete se ha convertido hoy en una gran ciudad y por tanto se debe reducir la velocidad máxima en casi todo el casco urbano a 30 km/h.

Una decisión que de tener un estudio previo favorable podría ser aplaudida por muchos, pero que se hace sin ningún estudio, sin acuerdo y sin consulta previa con nadie.

Uno de los datos que se quiere dar es la seguridad vial, porque en caso de atropello es más peligroso un vehículo a 50 km/h que a 30, y es cierto, pero ¿han hecho un estudio para saber si realmente hay muchos atropellos en la ciudad?, porque da toda la impresión de que la cifra es baja, mientras el perjuicio para todos, los que van en sus vehículos particulares o en transporte público, es grande. Es cierto que las ciudades deben ser seguras para los peatones, pero ¿no lo es en Albacete? Parecen más peligrosas otras muchas cosas, entre otras las políticos ociosos que con sus ideas acaban con puestos de trabajo, bienestar, etc.

El ideólogo de este cambio es el mismo que un día rebajó tanto la contrata de limpieza de instalaciones deportivas municipales que ahora se cierran instalaciones para ahorrar y no se permite a los ciudadanos su utilización, pese a que el mantenimiento, si existiese, cuesta un dinero. El mismo que ha echado de las instalaciones a usuarios particulares y en grupos al subir los precios, el mismo que tiene unas instalaciones deterioradas y con peor servicio a mayor precio. El mismo que quería ‘cargarse’ el servicio público deportivo con la creación de un centro privado en el Paseo de la Cuba, que traería cierre de instalaciones municipales y precios aún más altos en una instalación privada hecha para ganar dinero.

Ahora la idea es bajar la velocidad máxima, en una ciudad en la que la mayoría de las calles no permite ni de lejos ir a esos 30. Pero es igual, la idea aquí es bajar la velocidad, subir los controles y recaudar, recaudar para obras sin sentido porque hay elecciones a la vuelta de la esquina.

Da igual que los que van a trabajar con su vehículo o es parte de su trabajo tengan más gastos en combustible, da igual que cuando cojas un taxi te cueste el doble porque el taxista tendrá que ir más despacio, da igual que haya más retenciones en muchas calles que permiten ir ahora a 40 ó 50. Lo importantes es recaudar.

Nadie a pensando que en seguridad vial se puedan hacer muchas cosas, por ejemplo mejorar sensiblemente la señalización en las calles de Albacete, porque no hay señales que de adviertan con tiempo sentidos prohibidos, donde la señalización de los pasos de cebra es pésima y casi nunca con señales verticales, donde uno no sabe si la calle por la que circula es de una dirección o de dos. Una ciudad en la que no se trabaja en la regularización del tráfico, en la que las retenciones en zonas como la circunvalación son habituales casi a cualquier hora, una ciudad en la que cada día los transportistas deben sufrir pérdidas de tiempo por esa mala regulación. Una ciudad en la que miles de personas sufren cada día para entrar y salir de su trabajo en Campollano.

Una ciudad en la que la inversión en tráfico y seguridad vial es comprar coches para multar a diestro y siniestro y forzar a los funcionarios a salir cada día a la ‘caza’ de cualquier vehículo al que multar, dejando olvidado que la policía local está para otras cosas y  a los funcionarios se les forma para otras cuestiones, que saben hacer a la perfección porque son señores y señoras absolutamente profesionales, a los que les duele mucho que se les deje sólo como ‘multadores’, que salen a la calle sólo para recaudar para su Ayuntamiento. 

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