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Una clínica albaceteña ofrecerá un novedoso método de ondas focales para tratar procesos dolorosos del aparato locomotor

Por Redacción-Europa Press
domingo 25 de enero de 2015, 01:38h

La clínica Fuentes, ubicada en la capital albaceteña, pondrá en marcha a partir del próximo día 30 de enero una nueva técnica en tratamiento de lesiones del aparato locomotor basada en ondas focales de choque, 

una tecnología que solo utilizan una treintena de centros en toda España y que comenzó a aplicarse en 1996 en Salamanca, extendiéndose paulatinamente por su eficacia al resto del país.

La ventaja de la onda focal frente a la radial es la mayor precisión y profundidad a la hora de tratar las lesiones, como defiende el doctor Juan Alarcón García, cirujano y pionero en la introducción de esta tecnología en España y que inaugurará este servicio en la clínica Fuentes.

Según ha informado el centro médico en nota de prensa, está aconsejada la aplicación de ondas de choque focales en procesos  dolorosos del aparato locomotor, donde habitualmente han fracasado  previamente otras técnicas.

Es el caso de fascitis plantares, talalgia por espolón calcáneo, tendinopatías con o sin calcificaciones de localización en hombro, codo, cadera, rodilla o tobillo entre otras patologías, entre las que  también se incluyen los retardos en la formación del callo óseo, alteraciones  de la piel como úlceras, puntos gatillo musculares e incluso en determinados problemas urológicos y estéticos como la celulitis.

El tratamiento con onda de choque requiere en la mayoría de casos  entre tres y cinco sesiones con periodicidad semanal o quincenal dependiendo del proceso.

De acuerdo con las estadísticas, entre el 75% y el 80% de los  pacientes que han seguido este protocolo con onda de choque mejoraran en un plazo de 3 meses, aseguran los facultativos de la clínica.

Esta onda de choque es previa a la cirugía, y puede llegar evitar pasar por el quirófano.

Las personas que requieran ondas de choque focales pueden venir  derivados por la propia consulta de Rehabilitación, o por otras especialidades como Traumatología, Reumatología, Medicina de Familia o Medicina del Deporte, fundamentalmente.

Los pacientes que llegan a la consulta y que sean susceptibles de ser tratados con esta tecnología suelen ser de "rescate", es decir, previamente ya han pasado por otros tratamientos que no han  conseguido resolver el cuadro de dolor y, frecuentemente, de más de 6 meses de evolución.

En la primera consulta médica, el especialista determinará si es o no es susceptible de ser tratado con esta técnica. No se debe aplicar en mujeres embarazadas, ni en niños, ni en pacientes con marcapasos, tumores y problemas de coagulación, entre otras contraindicaciones.

Por ello, es recomendable realizar previamente un análisis de coagulación y una ecografía para localizar la lesión.

La onda de choque focal tiene un efecto analgésico a medio plazo, siendo su resultado más evidente a partir de la tercera semana de terminar las sesiones de tratamiento.

Aunque su aplicación puede ser dolorosa para algunos pacientes dependiendo de su umbral del dolor los efectos perseguidos son de eliminación del dolor.

Su aplicación puede favorecer la regeneración y la cicatrización de los tejidos lesionados, a través de efectos mecánicos y  biológicos mejorando la vascularización local.

Por regla general se aplica con el paciente tumbado en la camilla, a excepción de los tratamientos en codo y algunos puntos gatillo que estará sentado con el brazo apoyado en la camilla para mayor comodidad durante el tratamiento.

Después de recibir la sesión de tratamiento, es conveniente la aplicación de frío local para evitar la aparición de hematomas, tomar un analgésico si existiera dolor o molestias, pero nunca antiinflamatorios, pues alteraría su mecanismo de acción.

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