Seis candidatos, seis, quieren hacerse con la presidencia del PP nacional. Dos desconocidos, el exministro Margallo, el joven y bien preparado Pablo Casado, la expresidenta de Castilla-La Mancha María Dolores de Cospedal, y la expresidenta Sáenz de Santamaría.
En lo que a los castellano-manchegos nos toca vemos que quizá la lucha estará precisamente entre las dos mujeres, Cospedal y Santamaría. Que nadie dude de que en las teles nacionales y diferentes emisoras hablarán bien de Santamaría y le buscarán las ‘cosquillas’ a Cospedal.
La expresidenta del gobierno, además de un papel gris oscuro en el gobierno, penoso en el tema catalán, desastroso para el gobierno Rajoy y para su partido, además de todo eso lleva años traicionando a diestro y siniestro, buscando este momento, ser el relevo de Rajoy.
Esta señora ha tenido todo el poder del mundo en España, el CNI, el Centro Nacional de Investigación, y que se sepa o no ha sabido qué hacer con lo que sabía, o solo se ha preocupado de saber cosas de su partido para ir destrozando ‘compañeros’.
Además, esta señora está detrás de la ‘salvación’ de varias empresas de comunicación que hace uno años debían haber cerrado sus puertas por estar endeudadas hasta las cejas (como muchas empresas en esos momentos que no tuvieron el apoyo de una gobernanta). En cambio se les dio desde la vicepresidenta los mimbres para seguir, en unos casos procurando bancos dispuestos a no hacer preguntas, y en otros logrando acuerdos entre empresas de comunicación que han dado como resultado medios anti PP. Ahí está el ejemplo de las teles, no se libra ni un grupo de comunicación, todos contra el PP. Sí, todos contra el PP pero ni uno contra Soraya Sáenz de Santamaría, ¿casualidad?
Con ella no, con ella no se mete ni uno de estos grupos, es más, este martes ya hemos visto que Cospedal, Margallo y Casado van a tener a todos estos en contra porque tardaron minutos en ponerse del lado de Santamaría. ¡Que vergüenza! Vergüenza no de esos medios de comunicación que van de salvadores de la patria, de objetivos y que nos dan lecciones a todos los demás. Vergüenza también de la expresidenta, que quiere ser presidenta de su partido después de haber hecho todo lo posible por enterrar al partido y a Rajoy.
La única persona capaz de decir en público todo esto es el exministro Margallo. Este hombre, que tiene muchos años y ha vivido mucho en el PP, no tiene pelos en la lengua. Sabe que Santamaría ha sido una traidora para su partido y lo dice abiertamente. De hecho, ya dijo en su día que se presentaría a esta elección para restar votos a la exvicepresidenta del gobierno.
En el otro lado del favoritismo esta María Dolores Cospedal, la expresidenta de Castilla-La Mancha y presidenta de su partido en esta región. La albaceteña pone ante los afiliados del PP su experiencia y su labor tanto en nuestra región como en el gobierno de Rajoy. Nadie podrá dudar de su incansable labor por hacer del PP un partido ganador. Lo fue en Castilla-La Mancha, ganando dos elecciones a un PSOE que había sido incontestable. Ha sido ministra, siempre cercana a Rajoy, ha dado la cara con los casos de corrupción en el PP. La corrupción heredada del PP de Aznar que ha terminado con Rajoy.
Dos diferencias muy importantes en la presentación de las candidaturas de Cospedal y Santamaría. La albaceteña eligió un acto de su partido, rodeada de los suyos y con carteles del PP y símbolos del partido por todos los lados. Santamaría también eligió estar con ‘los suyos’, en este caso la prensa. En la puerta del Congreso y sin ningún símbolo del PP que quiere presidir.
Los votantes del PP tendrán que estar finos en el Congreso del próximo mes. Entre los candidatos hay una señora a la que le gustaría llamar al partido “Santamaría reunidos geyper y a mandar” y eso sería, probablemente, la muerte del PP.