Según ha informado este miércoles la Guardia Civil, sucedió durante el pasado fin de semana, mientras tenían lugar las visitas habituales a los internos ingresados en uno de los centros penitenciarios de Ocaña, cuando agentes de la Guardia Civil observaron por las cámaras de seguridad cómo funcionarios de prisiones y algunos de los familiares de los internos corrían entre una de las salas y la puerta principal de dicho centro.
Una vez comunicada esta incidencia, dos guardias civiles se acercaron rápidamente al lugar y se encontraron con una mujer que salía con una bebé en brazos, de poco más de un año de edad, que no respondía a ningún estímulo.
El guardia comprobó que la pequeña no respiraba y se encontraba sin pulso, por lo que inmediatamente la colocó en el suelo, verificó que las vías respiratorias estaban libres y procedió a realizarle un masaje cardiopulmonar.
Tras varias compresiones e insuflaciones respiratorias, la niña comenzó a responder a los estímulos y a respirar con relativa normalidad y unos minutos después fue trasladada en ambulancia hasta el Hospital Virgen de la Salud de Toledo junto con su madre.