Según han informado este lunes a Efe fuentes de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM CLM), tras ser localizar la caja trampa ha sido decomisada.
Los agentes han abierto una investigación para determinar las causas de la instalación de esta caja trampa, así como la localización de otros medios ilegales de captura que también se requisaron en el transcurso de esta inspección, enmarcada dentro de las que se realizan rutinariamente.
APAM CLM ha señalado que la lucha contra estos medios "es laboriosa" y han apuntado que además de las inspecciones que llevan a cabo los agentes, también es importante contar con la colaboración ciudadana para localizar este tipo de métodos no selectivos de control de predadores.
Finalmente, han recordado que en el caso de localizarse en el medio natural cualquier tipo de lazo o caja trampa no se deben manipular y se debe requerir a través del Servicio 112 la presencia de los agentes medioambientales en la zona.
Castilla-La Mancha cuenta con tres áreas con presencia estable de lince ibérico, dos en Ciudad Real -Sierra Morena Oriental y Sierra Morena Occidental- y una en Toledo, en la zona de los Montes de Toledo.
En Castilla-La Mancha se han reintroducido un total de 84 ejemplares de lince ibérico en los últimos años como consecuencia de la puesta en marcha del proyecto Life Europeo para la recuperación del lince ibérico 'Iberlince'.
La suelta de estos ejemplares ha permitido que desde 2016, fecha en la que se detectó el nacimiento de la primera cría nacida en libertad, se hayan contabilizado más de un centenar de crías nacidas en el medio natural.
La población estable de lince ibérico se estima en Castilla-La Mancha alrededor de los 150 ejemplares, con unas 26 hembras territoriales que han logrado consolidar la población de esta especie en la región.